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Este es el paisa que maquilla a la súpermodelo Kendall Jenner

  • FOTO Cortesía Instagram.com/victorhenao
    FOTO Cortesía Instagram.com/victorhenao
07 de octubre de 2017
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El primer viaje que hizo Víctor fue cuando tenía solo ocho años. Él, su hermana, su papá y su mamá tomaron un avión que los llevó hacia un nuevo mundo. Uno en el que, a diferencia de Medellín, donde nació Víctor, no había matanzas. Para cuando volaron hacia Nueva York, la familia ya había vivido varios golpes por cuenta del narcotráfico.

“A todos mis tíos varones, que eran cuatro, los asesinaron en los 80. Al mejor amigo de mi hermana lo mataron a los 6 años, en el 89. Ya en el 90 mis papás tomaron la decisión de que, sin importar lo que tuvieran que atravesar, Medellín no iba a ser la ciudad donde nos iban a criar a nosotros”, cuenta Víctor Henao, quien ahora, con 34 años, trabaja como director de artistas de maquillaje y de diseño en Esteé Lauder, una de las compañías de belleza más importantes a nivel mundial. El rostro de este colombiano ganó fama y respeto en la industria de la belleza porque es el encargado de maquillar a la famosísima Kendall Jenner, hermana menor de las Kardashian e ícono del modelaje.

¿A qué edad decidió que quería ser un maquillador o make up artist?
Yo desde siempre tuve interés por el arte. Por medio de este empecé a comunicarme con las personas en Estados Unidos sin conocer el idioma todavía. Empecé a trabajar en el medio cuando tenía 17 años en una tienda de Victoria’s Secret.

Me encargaron la venta de fragancias pero dos semanas después ya estaba cansado de oler todo el día a ‘Heveanly’, perfume que la marca acababa de lanzar. Decidí renunciar pero cuando lo hice mi jefe no aceptó, me dijo que en dos semanas llegaba la línea de maquillaje y que yo iba a estar encargado de promocionarla. Así que me quedé y empecé con mi nuevo trabajo.

Me gustó mucho maquillar. Unos cuatro o cinco meses después empezó la época del prom (fiestas de graduación) y me dediqué durante dos meses a maquillar a todas mis amigas que tenían que ir a los eventos. No sabía nada de maquillaje pero juraba que era muy bueno. Ya meses después me sentía un profesional y decidí ir a pedir trabajo a Mac, empresa de productos de belleza.

¿Cómo se formó para convertirse en un profesional?
Después de cinco entrevistas me dieron el trabajo en Mac. Eso fue en el 2001. Esta compañía entrena a sus colaboradores desde el principio hasta el final. Es una educación muy buena. Siempre quieren que sus trabajadores sean los mejores artistas. Con esa formación la marca me permitió trabajar en backstages de desfiles y shows como el New York Fashion Week y los premios de MTV y los Tony.

¿Qué recuerda de la primera vez que maquilló a una celebridad?
En esa época tuve la oportunidad de maquillar a la actriz Julia White. Por su trabajo en Broadway estaba nominada a un Tony. Recuerdo que esa noche ella ganó el premio y yo sentí que fui parte de algo muy grande y especial para otra persona. Ella se sintió confiada y cómoda con el maquillaje que le hice para salir a recibir su premio.

¿Fue ese el mejor momento del inicio de su carrera?
Tres años después de trabajar como maquillador profesional de Mac decidí independizarme. Me sentía completamente seguro y me retiré. Desde entonces, hasta el 2012, viví los mejores y peores años de mi carrera. No tenía jefe, era el dueño de mi tiempo y de mi carrera. Pero no me pagaban bien, yo no tenía un portafolio para ganar lo que quería. En ese entonces quería ganarme 1200 dólares al día, que era lo que un artista de alto nivel ganaba en esa época. Y yo ganaba 100 o 150 dólares. No era mucho, porque yo trabajaba unos 10 días al mes, era muy poco dinero para vivir en Nueva York.

¿Cómo es vivir en una metrópoli como Nueva York con esa cantidad de dinero?
En esa época mis papás se separaron, no era momento para independizarme. Mi hermana y yo nos quedamos viviendo con mi mamá. Desde la casa de ella, en White Plains, hasta Nueva York tardaba 30 minutos en llegar. El tren para entrar a la ciudad me costaba 15 dólares, pero si viajaba dentro de la ciudad entre las 6:00 a.m. y las 10:00 a.m. me cobraban más, unos 25 dólares. Entonces tenía que esperar hasta después de ese horario para poder viajar porque no podía pagar los cinco dólares adicionales. Lo que sufrió mi ego en esos momentos es indescriptible. Yo ya había trabajado en la industria y tenía que pedir plata prestada para poder ir a trabajar.

¿Por qué no abandonó ese sueño para volver a un trabajo fijo?
Pese a que fue difícil, en ese periodo mi creatividad creció y fue muy importante para el desarrollo de mi carrera. Aunque no ganaba nada, nadie creía que tuviera el talento ni me daba un trabajo que valiera la pena, recordaba la frase que mi abuela siempre decía: “Si Dios quiere”. Sabía que Él tenía un plan para mí y no me podía rendir porque sabía que podía tener una vida extraordinaria. No le podía fallar a mis papás ni a Dios.

¿Cómo llegó la oportunidad con Esteé Lauder?
En el 2012 me llamó un amigo del medio y me contó que Esteé Lauder estaba buscando un artista y yo necesitaba esa oportunidad porque estaba harto de ser un artista pobre. Fui a las entrevistas en enero de ese año y no me llamaron sino hasta el viernes 13 de abril. Me ofrecieron trabajar 100 días al año con la compañía como artista profesional y acepté.

Como hablaba español me encargué de ir a las tiendas de la marca en el sur de Estados Unidos y en Lationamérica. Trabajaba en tiendas pero también en prensa y en sesiones fotográficas. Hace dos años empecé a buscar nuevas oportunidades en mi trabajo porque quería evolucionar y justo la marca contrató a Kendall Jenner. Me encargaron de ser 100 % responsable de ella.

¿Su trabajo con ella es el que más lo ha marcado como profesional?
He vivido momentos que me han dejado lecciones importantes. Recuerdo que hace unos seis años veníamos de Colombia mi mamá, mi hermana y yo. Mi mamá necesitaba pestañina y entonces entramos a una tienda del aeropuerto a comprar. Compró una de L’oreal con la imagen de Eva Longoria. Pensé qué bonita es y qué importante sería trabajar con ella. Unos 15 días después, ya en Nueva York, me llamó el equipo de Eva Longoria para que fuera a maquillarla. ¡Fue un momento tan especial!

Cuando conocí a Kendall Jenner su contratación era ‘top secret’. Me dijeron que tenía que ir a Los Ángeles a maquillar a una modelo y producir un video con ella como imagen de la marca. No me dijeron quién era. En el avión pensaba, ¿será Kendall? Sería muy ‘cool’ trabajar con ella. Y efectivamente era la nueva imagen de Esteé Lauder.

#FBF shooting with this babe for @esteeedit #kendalljenner #makeupbyvictor #esteeartist ??: @kerrygirvs

Una publicación compartida por Victor Henao (@victorhenao) el

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