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Uno de los retos que tiene el transporte público es el de mover la mayor cantidad de personas, con eficiencia, y también con el menor impacto ambiental. Y en esa tarea se presentan ideas que a primera vista resultan curiosas.
Es el caso de la línea de buses de la ciudad inglesa de Reading. Allí, una flota de 34 autobuses- la quinta parte de la flota de la ciudad- funcionan a partir del gas natural comprimido que se obtiene de las heces producidas por la vacas de la región.
“El gas en si no es nada nuevo. El primer autobús de gas se produjo en la década de 1920 y ahora se utiliza ampliamente en Suecia, Australia, Islandia y Noruega. Es una tecnología probada que utiliza el combustible más amigable CO2 disponible. Lo que es algo inusual es que el biometano se produzca a partir de estiércol de vaca y residuos de alimentos y vegetales”, señaló a Efe Jake Osman, director de marketing y comunicaciones de RB.
Este combustible que se obtiene de las heces -el Gas Natural Comprimido (GNC)- es bueno para el medioambiente al reducir las emisiones de carbono y también para los pasajeros, que elogian la suavidad de la marcha y el menor ruido del motor de estos autobuses”, agrega el representante de la firma RB.
También esta semana la firma Volvo, presentó el primer bus movido cien por ciento con energía eléctrica.
“El autobús totalmente eléctrico completa nuestra línea para la electromovilidad. Los autobuses híbridos, híbridos eléctricos y eléctricos, brindan condiciones para que nuestros clientes cubran los distintos aspectos de la movilidad sostenible en las ciudades. El siguiente desafío es seguir desarrollando esta tecnología, promoverla y afianzarla, para a futuro lograr 100% de electromovilidad en todo el transporte público de las ciudades”, explicó Häkan Agnevall, presidente mundial de Volvo Buses.
Volvo tendra en Colombia, el próximo año modelos de buses híbridos (eléctricos y diésel) que probará en el desarrollo del transporte público colectivo en Bogotá de manera inicial.