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Las posibilidades de contar con un combustible biodiésel que supere la proporción B7 que hoy se ofrece en Colombia se encuentran limitadas, y no es aconsejable, por el momento, ir más allá de la mezcla actual.
Para Rubén Manilla, gerente general de la firma CBM Chemical, especializada en temas de este tipo de combustibles y quien participó esta semana en la Asamblea de la Asociación de Experto Diésel que se desarrolló en Medellín, la calidad óptima de mezcla no debería sobrepasar hoy el 5 por ciento. Ya en Colombia y en otras regiones se maneja el 7 por ciento de biodiésel en la composición del combustible diésel convencional.
Explica el ingeniero que por tratarse de una mezcla con un material de origen vegetal, son varios los factores que generan que su degradación sea más rápida. En el caso de Colombia, por ejemplo, se añaden elementos como la temperatura y la humedad, que generan alta condensación en los tanques de almacenamiento en las estaciones de servicio y en los mismos autos.
“El biodiésel es un combustible que desde el punto de vista de emisiones contribuye muy bien a la mitigación del impacto sobre el ambiente, pero su producción es muy delicada, las bacterias en el biodiésel existen y se están comiendo el combustible y si no se tienen los cuidados para su control, esto repercute en los vehículos”.
Explica Rubén Manilla que la tecnología actual en el desarrollo de estos combustible ha permitido que sus niveles de emisiones, y por tanto de impacto sobre el aire, se reduzcan de manera apreciable, si se compara con la tecnología diésel usada hace diez años.
“La tecnología anticontaminación del diésel era un catalizador y algunos sistemas para detener en parte algunas particular, pero ya lo comparas con el sistema actual de Euro 6 y es más de 90 por ciento de reducción de contaminantes”, anota este expertos en diésel.