<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Combustibles sintéticos, la alternativa para que los motores sigan rugiendo

Serían la solución de último momento para los motores “de toda la vida”. Panorama.

  • FOTO sstock
    FOTO sstock
18 de septiembre de 2021
bookmark

Mucho se habla del fin de los motores de combustión interna, es decir, los que se mueven por la acción de un combustible fósil, extraído de la tierra y refinado para su uso. La Unión Europea quiere garantizar la neutralidad de carbono en 2050 y para ello los automóviles que se produzcan y vendan en ese continente deben ser cero emisiones. La fecha límite establecida en julio pasado por la Comisión Europea fue el año 2035. Esto quiere decir que, de ahí en adelante, solo los carros movidos por electricidad o hidrógeno se podrán producir y vender en ese mercado. Las marcas han reaccionado y planean el montaje de grandes fábricas de baterías, como Volkswagen y su anuncio de una “gigaplanta” en España, para poder cumplir esta medida.

¿Y qué pasará con los motores a gasolina? Para los amantes del sonido de los propulsores y las sensaciones que produce un motor de explosión tal vez haya una luz que pueda seguir fabricándolos y haciendo parte de la dotación de los grandes deportivos, se trata de los denominados combustibles verdes o CO2 neutrales, producidos con aire, agua, y energías renovables.

Estos líquidos se producen de manera sintética mediante procesos químicos y físicos que captan el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera, compensando así el que luego este combustible emitirá al aire, es decir, se usa el mismo que ya se emitió. “Un combustible sintético toma dos elementos fundamentales, el CO2 y el hidrógeno, con lo cual se obtiene el conjunto completo: renovables, con el hidrógeno que sacas del agua, y el dióxido de carbono. Se produce así un hidrocarburo sintético de huella cero, cuya mayor ventaja es que se pueden utilizar en cualquier vehículo que ya exista, sin cambiar la tecnología. Así se descarboniza la movilidad, conviviendo los carros eléctricos con los de motor tradicional a combustión”, dice Jaime Martín, Director de Tecnología de la multinacional española Repsol.

El sistema de producción de los combustibles sintéticos se considera una pieza crucial en las estrategias de economía circular, ya que contribuye al uso eficiente de los recursos y el aprovechamiento de los residuos. Este carburante funciona también para otros vehículos como barcos, trenes y aviones, que son los que más gasolina actual demandan y donde menos se han desarrollado sus alternativas eléctricas, pues recorren grandes distancias y se hace complejo que funcionen con baterías si tienen que atravesar medio continente. Además, toda la cadena de distribución y almacenaje de carburantes que ya existe podría utilizarse tal cual para los sintéticos.

Sus ventajas:

- Eficientes: tienen propiedades similares a los combustibles actuales, lo que los hace compatibles con los vehículos de hoy permitiendo, además. aprovechar la infraestructura ya existente. En Colombia, por ejemplo, podrían llegar a los mismos lugares en los que se expende la gasolina actual sin que los usuarios tengan que dejar de usar su carro de toda la vida. Así mismo, los autos antiguos podrían seguir circulando sin problemas de contaminación.

- Sostenibles: utilizan materias primas alternativas y renovables para su fabricación.

- Estratégicos: contribuyen al proceso de descarbonización progresiva del transporte y la aviación entre otros.

Las desventajas

Para que sea considerado cero emisiones, el combustible ecológico debe salir de fuentes de energía limpia, como una hidroeléctrica, de la energía solar o de la producida por los vientos (eólica), o en su defecto, que no arrojen gases de efecto invernadero, como la energía nuclear. Y eso no es posible en todos los países, por lo tanto, la producción estaría limitada solo a unos pocos.

Si lo que se busca es la no dependencia de los países productores de petróleo, se pasaría ahora a otros países para la producción del hidrógeno y del carburante sintético. O incluso, esos productores de petróleo también se dedicarían a fabricar carburante sintético. “Hay algunos países como los de la península arábiga, que tienen mucho territorio para instalar granjas solares cerca a sus costas y así disponer del agua necesaria, y empezar a producir e-fuel. Algo bueno para nosotros es que, por ejemplo, América del Sur, tiene las condiciones ideales para poder utilizar energías renovables, si se lo propone, para la fabricación de este carburante”, dice Mateo Valdivieso, ingeniero de petróleos.

Otro inconveniente es el alto costo del sistema de producción del combustible sintético. Todo el proceso de producción y electrólisis puede hacer que cada galón tenga un costo de fábrica de 15 euros (70.000 pesos) sin contar el costo de comercialización. La idea es que este costo baje con base en la demanda, pero por el momento resulta muy oneroso por estos días.

Hay marcas como Porsche, que están apostando a mantener vigentes los autos de combustión interna más allá de 2035 y por ello apoyan estos estudios y desarrollos de combustibles sintéticos, pues su vocación son los autos deportivos con un sonido y comportamiento muy especiales, como el modelo 911. Por eso patrocinan, en compañía de Siemens Energy, el proyecto Hanu Oni, que aprovecharía los vientos de la Patagonia para producir metanol a través de aire, agua y energía eólica para convertirlo en combustible sintético. En 2026 estaría produciendo 550 millones de litros de gasolina sintética al año, suficientes para satisfacer las necesidades de 550.000 unidades de la marca.

2035
es el año en el que la UE no permitirá la venta de autos nuevos a gasolina y diésel.

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD