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Renault tiene la meta clara. En el mediano plazo -cerca de tres años- la marca francesa quiere capturar el 15 por ciento del mercado de los vehículos tipo pick up en todo el mundo. Un segmento en el que apenas hace un año comenzó a rodar.
Ese camino se inició con la Duster Oroch, una camioneta con capacidad de carga de 600 kilogramos, orientada en especial a mercados emergentes y de la que ya ha colocado cerca de 10 mil unidades, y que en Colombia, con dos meses de comercialización ya tiene cerca de 400 carros.
El segundo paso hacia el logro de ese objetivo lo dio la marca esta semana, cuando desde Antioquia reveló en primicia mundial (primera vez que una marca decide mostrar por primera vez un nuevo modelo al mundo desde Colombia) su segunda propuesta pick up denominada Alaskan.
Esta es una pick up con un capacidad de carga para una tonelada en su platón.
Este modelo, a diferencia de la Duster Oroch, está pensado como un producto global. De hecho, su producción se desarrollará en tres plantas de Renault en el mundo: México, Argentina y España.
Y el primer país en el que este carro se ofrecerá comercialmente -hacia finales del presente año- será Colombia. “El primer propietario de una Alaskan en todo el mundo será un colombiano”, afirmó el presidente y director general de Renault Sofasa, Luiz Fernando Pedrucci.
El desarrollo del diseño de este vehículo lo efectuó un equipo de 25 personas por cerca de 36 meses, en los que participaron los diferentes centros de diseño que tiene Renault en el mundo.
Se trataba de un reto, como lo explicó el vicepresidente sénior de diseño corporativo de la firma automotriz Laurens van der Acker.
Si bien la base del carro es la plataforma de la Nissan Navara -gracias a la alianza Renault-Nissan- era necesario darle las características y la esencia de Renault.
La marca francesa jamás había desarrollado una pick up; por eso, explica su vicepresidente de diseño, el reto era primero generar entre el equipo de diseño la idea de tener un carro no solo funcional, que cargara una buena cantidad de elementos de acuerdo a la necesidad de su usuario; también que apelara a la emoción del potencial propietario.
Renault no quería un vehículo de trabajo más. Buscaba un carro que fuera propicio para salir de paseo familiar. Válida para los negocios o para el placer, explica van der Acker.
Y aunque partía de una plataforma existente, requería una identidad propia de Renault. Para ello el grupo de diseño recurrió a una gran parrilla cromada, con el rombo de la marca en gran formato al centro, además una barra elevadora cromada entre la parrila y el parachoques.
También hace parte del dibujo unas líneas de capo que la hacen ver robusta.
Incorpora luces diurnas en forma de C, todas tipo led.
Sus pasos de rueda prominentes pueden recibir llantas de 16 o de 18 pulgadas de diámetro en su rin.
En su interior, se buscó la mayor comodidad posible, basándose en la experiencia de la marca en el desarrollo de sedanes.
En las plazas traseras, espacio amplio de rodillas para pasajero; adelante, asientos regulables, con ajuste lumbar y con calefacción.
Espacios intuitivos para el almacenamiento de diferentes tipos de objetos en la cabina, hacen parte de la idea de confort planteada por la marca.
Desde finales del presente año podrá medirse, con las ventas, si la apuesta global de Renault con sus dos productos es acertada y puede convertirse en un nuevo referente para este segmento de la industria.