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Un paseo por las nubes en estos carros
Prueba de varios vehículos Porsche en Perú, en uno de los eventos más importantes de la marca, el World Road Show.
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FOTOS cortesía porsche -
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Tener la oportunidad de probar en una pista y a placer 24 autos de la firma alemana es un privilegio que pocos pueden darse. Esto fue lo que pasó en el Autódromo La Chutana, ubicado a 50 kilómetros de Lima, en Perú.
La idea era comprobar las cualidades dinámicas, deportivas y todoterreno de modelos embarcados directamente desde la casa matriz en Zuffenhausen, como el 718 Boxster, 718 Cayman, 911 Turbo S, Targa 4 GTS y GT3, Panamera en su versión híbrida Turbo S y las SUV Cayenne y Macan.
Primero, al volante de instructores certificados por la marca y luego ya en nuestras manos y en diferentes escenarios, como vueltas rápidas a la pista, eslalon y aceleración y frenado con el sistema de control de lanzamiento (Launch Control). En las colinas circundantes al autódromo se realizaron también la prueba todoterreno para comprobar la capacidad de ascenso en ángulos pronunciados y de retención mediante el control electrónico de descenso.
El Porsche World Road Show
Es una actividad de manejo que nació en 2000 y en la que participan como invitados cerca de 300 personas entre clientes, distribuidores y periodistas de la región elegida. Se hace en autódromos previamente seleccionados desde las oficinas centrales de Porsche en Stuttgart, Alemania, y el objetivo es divertirse un rato y en condiciones y ambientes controlados con los modelos de la legendaria marca fundada por Ferdinand Porsche hace 70 años. En casi dos décadas, más de 40.000 personas han hecho parte del PWRS en cerca de 45 países.
Este es entonces el evento más importante que realiza el fabricante por fuera de Alemania y ya ha recorrido algunos escenarios en países de la región, como México, República Dominicana, Brasil, Argentina, Colombia y ahora Perú, donde se hizo por cuarta ocasión desde 2010.
La experiencia
Ubicado a medio centenar de kilómetros de la capital peruana, en el distrito de San Bartolo, el Autódromo La Chutana es el principal escenario para los deportes a motor en ese país, tiene 2.420 metros de pista, 7 curvas, una recta principal de 800 metros y fue inaugurado en 2010. La principal competencia que se desarrolla allí son las 6 Horas Peruanas.
A nuestra llegada, un grupo de pilotos e instructores certificados por Porsche y provenientes de Alemania, España y algunos de origen local nos dieron las primeras instrucciones y nos dividieron por grupos para cada actividad.
La primera de ellas fue en el circuito off road, aprovechando las colinas circundantes, unos montículos de arena firme y de unos 50 metros de elevación en los que probamos las habilidades todoterreno de la Cayenne Turbo, tope de línea de este modelo, y de las SUV de Porsche, que cuenta con un motor V8 4.0 que gestiona 549 caballos de fuerza con un brutal torque de 770 Nm a través de una caja de 8 velocidades. Esta camioneta, que pesa casi 2.3 toneladas, es capaz de despachar el 0 a 100 km/h en 4,1 segundos y alcanzar 286 km/h de velocidad punta.
Con este aparato subimos la colina sin dificultad alguna y con los sistemas para rodar fuera del asfalto conectados. Esto es, una elevación de la carrocería gracias a la suspensión neumática y la tracción total dispuesta a agarrarse del camino arenoso. Incluso, nos detuvimos en mitad del ascenso y arrancamos sin problemas de adherencia pese a la enorme potencia del propulsor.
Una vez en la cima de la pequeña cuesta, iniciamos una prueba de descenso apoyados por el Control de Descenso en Pendientes (HDC), un sistema que mantiene la retención de la camioneta a una velocidad no mayor a 12 km/h. Esto, sin operar ninguno de los pedales, lo cual proporciona una sensación superlativa de seguridad en pendientes muy pronunciadas y superficies con poca adherencia, pues el mecanismo actúa sobre los frenos antibloqueo, garantizando el agarre en toda condición.
Estabilidad
El siguiente paso en el PWRS es la prueba de eslalon, que consiste en circular entre una serie de obstáculos, materializados en conos plásticos, en el menor tiempo posible y sin perder la trayectoria ni golpear dichas señales. Para este menester el elegido es el 718 Boxster GTS, el más potente de la gama. Es un convertible biplaza con motor central turbo de 4 cilindros, 2.5 litros y 366 caballos con 430 Nm de torque. La caja de velocidades es automática PDK de 7 velocidades. Alcanza 100 km/h en 4,1 segundos y llega a 290 km/h de velocidad máxima.
Como es natural y debido a que la prueba es cronometrada, el Boxster parte como una bala en el modo Sport +, que además realza su espectacular sonido. La clave para mantener la estabilidad es tomar con firmeza el volante, calcular el momento de hacer los giros y gestionar de manera correcta la potencia disponible a través del acelerador. Este modelo es el elegido porque tiene el motor en posición central, lo cual hace que el reparto de pesos en la carrocería sea casi el ideal, por lo tanto, no se produce subviraje (se va de frente) o sobreviraje (saca la cola). Este modelo está equipado con el Porsche Torque Vectoring (PTV), un sistema que reparte y dosifica el torque del propulsor y el frenado para mejorar la trayectoria en curvas.
Aceleración
Uno de los momentos más emocionantes llegó en el primer contacto con el 911 de la séptima generación, denominado 991. Presentado en un llamativo tono Speed Yellow, un Turbo S esperaba por nosotros en la recta principal del circuito. Bajo su tapa trasera, coronada por un inmenso alerón, presumía de un motor Boxer de 6 cilindros, 3,8 litros y que tiene 580 caballos, 750 Nm, tracción total y despacha el 0 a 100 en solo 2,9 segundos y el 0 a 160 en 6.5, alcanzando una velocidad final de 330 km/h. Es un auténtico misil tierra – aire de 1.7 toneladas y que se detiene casi en una baldosa gracias unos inmensos frenos carbocerámicos protegidos por rines de 20 pulgadas. La tracción es total a las cuatro ruedas
Arrancando con el sistema Launch Control, que no permite que las ruedas patinen, se tiene toda la potencia disponible y la máxima eficiencia en la maniobra de lanzamiento. Con el pedal central pisado con el pie izquierdo y el acelerador a fondo, al soltar el freno el carro sale catapultado y la sensación es la de ir en un avión de combate. La aceleración es intensa y en menos de nada nos comimos casi toda la recta y el auto se detuvo, obediente y con seguridad. Como dato curioso, una unidad de este Turbo S acaba de ser negociada en el Salón del Automóvil de Bogotá por una suma cercana a los $1.100.000.000.
La pista es del GT3
Aunque estaba disponible el resto de modelos de portafolio para dar unas vueltas a la pista, todos muy divertidos y preparados, vamos a detenernos en un ejemplar que nació, básicamente para ser disfrutado en ambientes como este, de autódromo y vía libre. Se trata del 911 GT3, el último de la serie que queda con el motor Boxer atmosférico (sin turbo) 4.0 de 500 caballos. Lleva tracción trasera y caja PDK de siete velocidades. Alcanza 316 km/h y el 0 a 100 es en 3.9 segundos
Tiene un vistoso alerón trasero en fibra de carbono y un interior con solo dos puestos con asientos Sport Plus tapizados en alcántara con costuras rojas y una jaula antivuelco.
Este es un carro que permite unas aceleraciones contundentes y un comportamiento en pista muy similar al de un auto de carreras. La suspensión es firme y las ayudas electrónicas pueden desconectarse si se tienen las manos entrenadas para lograr sus máximas prestaciones, además de tener disponible la capacidad de hacer drifting, burnouts, trompos, etc. Es diversión pura.
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