viernes
7 y 9
7 y 9
Tres horas y media después de despegar de Medellín, desde la ventana de un avión de Copa Airlines se asoman todos los tonos de azul. El mar y el cielo se funden en el horizonte, mientras debajo comienzan a aparecer pequeñas islas multicolor. Son 700 en total, pero apenas 24 están habitadas. Unos minutos después el piloto anuncia: bienvenidos a Bahamas, el paraíso caribeño por excelencia.
Este país, que en el pasado fue colonia británica y tierra de piratas, no le exige visa a los colombianos. Y gracias a la llegada de nuevas aerolíneas, como Copa Airlines, ya es posible llegar a Nassau (la capital) sin necesidad de pasar por Estados Unidos.
Además de historias de los paisajes que quitan el aliento, Bahamas ofrece experiencias que solo se pueden encontrar aquí, como islas con flamencos, de arena rosa o habitadas por cerdos amistosos con los que se puede jugar. Eso convierte a este país en una opción atractiva para vacaciones, luna de miel, o aventura.
Y su gastronomía ofrece platos tan exóticos como el caracol —que aquí se come apanado con salsa picante, en ceviche o con pescado—, la langosta o cocteles suaves como el Bahama Mama que combina ron con coco, piña, granadina y naraja.
Estas son cinco experiencias que usted podrá vivir si visita Bahamas:
VISITAR UNA PLAYA DE ARENA ROSADA
Harbour Island es conocida porque tiene una playa de casi 5 kilómetros con arena rosada, considerada una de las 5 playas más bellas del mundo por The Travel Channel.
Este bello fenómeno es producido por protistas coralinos (foraminíferos) que se mezclan con la arena y trozos de coral. El contraste con el turquesa del mar caribe y el verde de los árboles y las palmeras que crecen a pocos metros, da como resultado un paisaje único en el mundo.
Para complementar la belleza, Harbour Island está lleno de casas coloniales de estilo inglés, restaurantes que sirven mariscos frescos con cocteles o Kalik, la refrescante cerveza local que tiene una versión para cada una de las islas de Bahamas.
En la isla presumen de que la cantante colombiana Shakira tiene uno de los predios más grandes y que incluso ha vendido algunos lotes a sus amigos. Así mismo, recomiendan visitar la casa embrujada donde —según la leyenda— a veces aparece la novia que hace varias décadas desapareció durante la fiesta de su boda o la casa donde una familia entera fue sepultada viva porque padecían de una extraña enfermedad.
Tip: El viaje desde Nassau hasta la playa toma dos horas y media y se hace en ferry.
BAILAR EN EL JUNKANOO
Una fiesta en la que todos bailan a ritmo de tambores y campanas, vestidos con trajes vistosos hechos de papel. Eso es el Junkanoo, el carnaval oficial de Bahamas que se celebra cada año entre el 25 de diciembre y el 1 de enero.
Pero en cualquier época del año se puede disfrutar: Arlene Ferguson y su esposo Silbert tienen un museo dedicado al festival, donde exhiben los mejores trajes confeccionados por ellos y sus alumnos. Allí los turistas también aprenden a tocar los instrumentos (tambores, campanas de vaca y caracoles) y a bailar al ritmo de la música.
“El festival se hace desde hace más de 200 años. Empezó con esclavos africanos que usaban el papel para protestar porque no los dejaban recibir educación”, cuenta Silbert. Inicialmente (hasta 1950) solo se permitía la participación de hombres que se cubrían la cara con máscaras, simbolizando a los dioses antiguos de sus tribus.
En el festival compiten unas 200 personas en 7 grupos, pero también se exhiben otras 14 agrupaciones de entre 50 y 200 personas que cada año escogen un tema para sus disfraces. El evento principal se hace a las 10:00 p.m. del 25 de diciembre, cuando cierran la vía principal de Nassau (Bay Street) para bailar hasta el amanecer. “Cada traje puede pesar hasta 70 libras y las mujeres bailan con él durante una hora sin descanso. Nosotros tenemos el récord Guiness por poner a 295 personas a tocar el caracol por 5 minutos”, agrega Arlene. La fiesta es tan famosa y divertida, que los hoteles la recrean una vez por semana para que ningún turista se la pierda.
TIBURONES, DELFINES Y LEONES MARINOS EN EL MISMO LUGAR
En Blue Lagoon, otra de las islas de Bahamas ubicada a 20 minutos en barco desde Nassau, vive un grupo de 21 delfines y 9 lobos marinos. Entre ellos hay un delfín que llegó desde Estados Unidos, pues el acuario donde vivía quedó destruido con el huracán Katrina.
Los turistas pueden nadar con ellos, tocarlos —cuando los guías lo permitan—, alimentarlos con peces y recorrer las playas en segway (coche eléctrico a dos ruedas). Según Marcus Francis, el gerente del lugar, el sitio es un referente de descanso y de mar: “se puede ver desde arriba en la playa, o desde abajo, careteando e interactuando con los animales”.
En Paradise Island (la misma isla de Nassau) funciona Atlantis, un complejo turístico que además de hotel ofrece un acuario gigante (se calcula que por él circulan cada día 169 millones de galones de agua de mar), donde se puede caminar debajo de tiburones martillo, y ver alguno de los más de 50.000 peces de 250 especies que están en el sitio. En uno de los parques acuáticos de Atlantis viven 16 delfines y varios leones marinos que también perdieron su hogar luego del huracán Katrina en el año 2005. Con ellos también se puede nadar e interactuar.
Si el plan incluye diversión para adultos, la opción más atractiva está en el hotel Baha Mar que tiene el casino más grande del Caribe y donde también hay parques para los niños.
Tip: las opciones se ajustan a todos los presupuestos. Desde habitaciones de lujo por 200 dólares hasta una suite de 25.000 dólares la noche destinada a los jugadores que más gastan en el casino.
VER LA HERENCIA DE LOS PIRATAS
Barba Negra, Henry Morgan, Mary Read y Calico Jack fueron los piratas más famosos que habitaron Bahamas. Y de ellos aún quedan muchas cosas por ver: casas, hoteles y fortalezas. En las calles aún persisten los rumores de que quedan tesoros escondidos y no son pocos los turistas que preguntan dónde. En pleno centro de Bahamas y justo al lado de la Casa de Gobierno está Graycliff, una vivienda que fue construida en 1740 y que hoy es un hotel. Su dueño fue el pirata John Howard Graysmith, quien en 1776 convirtió el sitio en su cuartel general, tras ser capturado por la marina estadounidense. Además de la historia y los objetos de pirata que aún quedan en la casa, el sitio cuenta con una fábrica de tabacos, otra de chocolate y una de las bodegas de vinos más grandes del mundo (más de 250.000 botellas), incluyendo un Château Lafite de 1865, la botella de vino más antigua de la que se tiene registro, y una de las más caras del mercado. A pocos pasos de allí está Fort Fincastle, una fortaleza construida en 1793 a la que se accede por las Escaleras de la Reina –construida por más de 600 esclavos durante 16 años–. El sitio, que también fue faro hasta 1800, tiene aún los cañones con los que se defendió a la isla y un túnel de tres kilómetros que comunica con la Casa de Gobierno. El Straw Market y la bahía a la que llegan los cruceros más grandes del mundo, son de obligatoria visita, junto con la fábrica de ron John Watling, donde se rodaron algunas escenas de la película Casino Royal de la serie de James Bond.
Tip: En Nassau las opciones de hospedaje van desde un hotel con acuario (Atlantis), casino (Bahamar) y “todo incluido” de cuatro estrellas como el Warwick Hotel Paradise. En mariscos, el restaurante Lukka Kairi es parada obligada.
PLAYAS DE CERDOS Y FLAMINGOS
En la isla de Inagua, que además es parque natural, habitan unos 80.000 flamengos y 140 especies de otras aves nativas y migratorias.
Los turistas que llegan hasta aquí comparten las aguas cristalinas del mar con los flamengos, considerados el ave nacional de este país.
Pero aún más exótica es la experiencia en Major’s Spot Cay, una zona de la isla de Exuma, habitada únicamente por cerdos nadadores, de todos los tamaños, pero todos muy tiernos.
Los marranitos fueron incluidos dentro de la lista de las maravillas del mundo moderno de la revista Lonely Planet.
Sobre su origen hay muchas versiones: desde los que dicen que aparecieron tras el naufragio de un barco, hasta los que rumoran que fueron traídos por los mismos piratas que pensaban consumirlos, pero finalmente los dejaron olvidados.
Sea cual sea su origen, los animales son amistosos y ya asocian el sonido de los motores de los botes con comida, entonces suelen acercarse a saludar esperando a cambio una salchicha.
En esa misma isla hay una gran colonia de iguanas de roca, en vía de extinción, que también pueden ser alimentadas con lechuga.
Y si para esta altura aún espera más animales, pues en Stocking Island también puede alimentar mantarrayas con restos de caracoles.
Tip: Cualquiera de las actividades que implican interacción con los animales requiere que el turista esté acompañado de un guía, no se haya aplicado productos en la piel (como bronceadores) y no les ofrezca pasabocas o alimentos de consumo humano.