Quería escuchar el Himno Nacional en el podio y no lo pudo hacer. Se retiró triste y en el fondo del camerino lloró. Su entrenador lo consoló: “Mijo, usted tiene para ser campeón olímpico; si hoy no se pudo, mañana será”, lo alentó Oswaldo Pinilla, el forjador de una de las joyas más preciadas de la halterofilia colombiana y cuya proyección a Tokio-2020 permite alentar una medalla.
Y a diferencia de los restantes siete colombianos que subieron al podio en Río, Luis Javier Mosquera fue el único que no recibió medalla, sí diploma, y regresó a su Yumbo natal con un dejo de insatisfacción en su rostro juvenil pese a que, por descalificación de quien figuró tercero en los 69 kilogramos, el kirguiso Izzat Artykove, le permite acceder al tercer sitial...
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