viernes
7 y 9
7 y 9
El colombiano se mantiene en el
top 10, a solo 11 segundos del líder Chris Froome.
El bogotano Esteban Chaves (Orica Scott), tras su buena actuación en las primeras etapas de la Vuelta a España, aseguró que esta carrera es una en la que se siente más a gusto.
“La Vuelta siempre me ha dado mucha felicidad y me gusta demasiado”, afirmó Chaves a la espera de que hoy llegue el primer final en alto de la competencia española.
“La del miércoles (hoy) será una fracción en la que habrá que llegar bien posicionado para el momento en el que empiece la subida al puerto”, explicó ayer, después de llegar en el grupo del líder y mantenerse en el top 10 de la general, a solo 11 segundos del primer lugar.
Sobre la jornada del lunes en Andorra y el brutal ataque del favorito Chris Froome en la ascensión a la Comella, a 7 kilómetros de la llegada, recordó que “bastante tenía con ir a su rueda”.
“Fue un día en el que todos los que entramos adelante, Froome, (Romain) Bardet, (Fabio) Aru, íbamos al límite”.
Al respecto de los análisis que señalan a su equipo como uno de los más fuertes de la carrera española, ha insistido en que “todavía quedan muchos días por recorrer”, pero también es consciente que tanto él como los hermanos Yates, Simon y Adam, son corredores que saben lo que es acabar entre los diez primeros en una gran vuelta por etapas.
“Si todo sale bien, si trabajamos con conciencia, amor y disciplina, podemos hacer cosas bonitas en esta Vuelta”, anticipó Chaves.
Luego de la vibrante final de Andorra la Vella, en la que aparecieron los primeros puertos de montaña de esta septuagésima segunda edición, el primer final en alto será el de hoy en la ermita de Santa Lucía castellonense.
El Sky demostró en Andorra tener engrasada a su nivel máximo su potente maquinaria, esa que le permite llevar al límite de la asfixia a sus adversarios, sin que estos sean capaces de tratar de contrarrestarlos.
El resultado para los hombres de negro en la tercera fracción fue inmejorable. Su líder Chris Froome cogió el liderato y por segunda vez en su vida, se vistió de rojo.
El sueño del británico de ganar la Vuelta, en la cual se ha quedado en tres ocasiones a un solo peldaño de lo más alto, empezó a tomar cuerpo en este hombre de origen keniano, pero todavía falta mucho recorrido. “Esto no ha hecho nada más que empezar”, era la frase más repetida entre los mejores.
Ahora llega un tramo de cinco etapas, hasta la jornada de descanso del próximo lunes, en el que el pelotón tiene asumido que no va a tener ningún respiro y que en cualquier recodo de la carretera se pueden encontrar una emboscada propicia para hacer saltar la sorpresa.
De acá hasta el lunes, las fracciones, cuentan en sus itinerarios con constantes subidas y bajadas con tres finales en alto, la debutante ermita de hoy, el de Xorret de Catí del sábado, y el domingo el de la también primeriza Cumbre del Sol en la alicantina Benitatxell, con solo cuatro kilómetros de ascensión pero a una media del 9,1 % y con rampas por encima del 21 %.
El italiano Matteo Trentin entregó ayer la segunda victoria al Quick Step al anotarse con autoridad al esprint de la cuarta etapa disputada entre Escaldes Engordany (Andorra) y Tarragona de 198,2 kilómetros, que no presentó mayores variaciones en la general y en la cual Chris Froome (Sky) mantuvo el jersey rojo. La mayoría de los colombianos, incluido Esteban Chaves, llegaron en el grupo del líder.
“Tenía miedo por los posibles cortes, especialmente con un final tan complicado. Ha merecido la pena gastar un poco de energía para mantenerse en cabeza”, comentó Froome .