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Estos dos jóvenes no solo comparten el mismo nombre, Santiago, y también el primer apellido: Gómez, sino también sus conocimientos sobre mercadeo y comunicación, para trabajar en un proyecto que han cocreado, una aplicación llamada Nico, diseñada para transformar en una experiencia fácil y dinámica, el aprendizaje de habilidades esenciales en el desarrollo de los niños.
En esta primera fase de la app, Nico explora el baño y enseña cómo usarlo, cómo tomar una ducha, lavarse las manos, los dientes y quitarse la ropa.
Para su fortuna existe el segundo apellido. Gómez Galvis es estudiante de comunicación y relaciones corporativas de la Universidad de Medellín. Fue a él a quien se le ocurrió, para un proyecto de clase de sociología, entender un problema que halló y a partir de este generar una propuesta de valor.
El estudiante de comunicación percibió que los niños con dificultades de aprendizaje podían mejorar sus habilidades y destrezas por medio de una aplicación que tuviera como fin ayudarlos a desarrollar actividades cotidianas.
Gómez Zuluaga, que está terminando mercadeo en Eafit, se unió a su compañero, con el que se conoce desde el colegio, ya que vio allí un proyecto que se podía potenciar.
“Por eso nos presentamos a una convocatoria de Capital Semilla, con el fin de desarrollar un aplicativo móvil. Nos ganamos el premio y con los recursos empezamos a trabajar en él y consolidamos un equipo compuesto por animadores, programadores, diseñadores e ilustradores”, comenta Gómez Zuluaga.
Posteriormente, con Créame, fortalecieron los temas de mercadeo y financiamiento, y así quedaron preparados para presentarse a una convocatoria de Bavaria que les permitió recibir asesorías para consolidar su proyecto.
Gómez Galvis destaca que en todo este proceso fue fundamental asesorarse de personas que los han acompañado en el desarrollo de Nico dándole a la app una propuesta de valor. En ese acompañamiento han contado con una fonoaudióloga y una psicóloga que, finalmente, les aconsejaron que la app estuviera dirigida a todos los niños, no solo a los que tuvieran dificultades de aprendizaje y generar de ese modo un impacto social.
“Para nosotros esto ha sido un reto, a veces nos ha tocado exigirnos el doble, pero siempre hemos creído en nuestra idea”, dice Gómez Galvis.
Por ahora, afirma, lo que esperan es posicionar la marca Nico internacionalmente y trabajar en la creación de una versión gratuita como muestra para sus usuarios.