viernes
7 y 9
7 y 9
Al menos 33 personas fueron encontradas muertas en una cárcel del estado brasileño de Roraima, en el norte del país, cuatro días después de que 56 reos fueran asesinados en una prisión de Manaos.
La matanza ocurrió la madrugada del viernes en la Penitenciaria Agrícola de Monte Cristo (Pamc), en Boa Vista, capital de Roraima, según un comunicado de la Secretaría de Justicia y Ciudadanía (Sejuc) del estado, que por el momento no detalló los motivos de las muertes.
La situación está “bajo control” y que el Batallón de Operaciones Especiales (Bope) y agentes de la Policía Militar se encuentran en el interior del presidio.
Lo más probable es que la muerte de los 33 presos se haya producido por un ajuste de cuentas interno por parte de miembros de la organización criminal Primer Comando de la Capital (PCC), con base en Sao Paulo, después de que algunos de sus miembros fueran asesinados en la rebelión de la prisión de Manaos por orden de una banda rival. Así lo informó el ministro de Justicia, Alexandre de Moraes.
“Según las informaciones iniciales, tres de los muertos eran violadores, que estaban ya separados, y los demás eran rivales internos que habían traicionado a los demás. Entonces en el lenguaje popular sería un ajuste de cuentas, lo que no resta gravedad a los hechos”, afirmó Moraes.
Igual que en la matanza de Manaos, algunos reos de la cárcel de Boa Vista decapitaron y descuartizaron a otros presos, y posteriormente amontonaron los cuerpos en pasillos de la cárcel.
Se trata de la tercera mayor matanza carcelaria de la historia de Brasil, por detrás de la que se registró en 1992 en Sao Paulo, donde murieron 111 presos, y la que tuvo lugar en Manaos entre el 1 y 2 de enero.
Las víctimas en cárceles durante los primeros seis días de enero (95) representan cerca del 25 % de las registradas durante todo 2016 (unas 370). Los datos reflejan la crisis que vive el sistema carcelario, con problemas de superpoblación, pésimas condiciones y continuos enfrentamientos.