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China es la segunda economía más grande del mundo. Exporta cerca de 1.778 billones de dólares e importa unos 1.541 billones de dólares, pero la participación de Colombia en esa fuente inagotable de negocios es insignificante. En 2011 Colombia le compró al país asiático 7.378 millones de dólares, pero solo le vendió 1.697 millones de dólares.
A pesar de las barreras de idioma, distancia y falta de productos hay empresarios, comerciantes y emprendedores que se vincularon al milagro chino antes de que este país fuera la gran fábrica del mundo.
Uno de los pioneros de la aventura china en Antioquia es Juan Luis Ospina . Pisó por primera vez Beijing en 1992 y después de casi un mes a pan y agua, no solo regresó con menos kilos, sino con grandes ideas de negocio para importar productos chinos. "En esa época éramos muy pocos los que nos arriesgábamos a comprarle a China, se tenía la idea, que aún se tiene, de que sus productos son de mala calidad", dice Juan Luis, quien comenzó importando artículos de merchandising electrodomésticos, juguetería y objetos de decoración.
"Tienen una calculadora tatuada en la mano y con ellos la inmediatez paisa no funciona. Se toman su tiempo". No podría relacionar la lista de todo lo que ha traído ni las cantidades porque cada operación es inmensa. "Una vez traje 200.000 'papás Noel' que funcionaban con pilas y bailaban. Eran 40 contenedores. Tuve que pedir permisos especiales, porque prácticamente los camiones bloquearon la entrada a Medellín".
Junto a Juan Luis, otros emprendedores se arriesgaron hace años a negociar con los asiáticos. Jorge Giraldo invade hace más de diez años el comercio local con videojuegos y accesorios para éstos, fabricados en China, y es el representante de la empresa Nanika Station para Colombia. Jorge les reconoce a los chinos su gran disciplina, "son máquinas de trabajo, son muy buenos para la producción, se ponen metas y las cumplen, pero a veces fallan en el trabajo creativo, de diseño".
Compramos, no vendemos
La época en la que de China llegaban camisetas de mala calidad, algunos videojuegos y "cachivaches" en general, parece haber quedado lejos, hoy China es la segunda economía del mundo y se prevé que este año crezca 8,3 por ciento, y cada día demanda productos y materias primas del resto del mundo para abastecer su mercado interno. Colombia no logra aumentar su participación en volumen y ventas a China porque no tenemos las cantidades que ellos piden.
Hoy, nuestras exportaciones son, en su mayoría, carbón, derivados del petróleo y cuero, desperdicios de cobre, entre otras materias primas sin valor agregado. Ellos, en cambio, nos venden de todo: tecnología, electrodomésticos, ropa, juguetería, autopartes, vehículos...
China quiere comprarnos. Así lo ha expresado su vicepresidente Xi Jinping, a quien le preocupa el desbalance comercial entre ambas naciones. Pero la situación no cambiará mientras nuestra oferta siga siendo precaria. "La presencia de la producción colombiana en China es casi nula", dice Ricardo Vallejo, vicepresidente de exportaciones de Proexport, quien sin embargo, cree que en Colombia hay empresas con suficiente capacidad para llegar a este mercado. "Es un país que está requiriendo mucho alimento y creemos que nosotros podemos ser uno de los abastecedores de esa demanda. En el tema de frutas, carnes y pollo, vemos claras posibilidades".
"Proexport tiene oficinas en Beijing, Hong Kong y Shanghai, como parte de una estrategia liderada por Chile, Perú y México, para entrar en bloque a China, Japón y Corea. "Necesitamos mayor conocimiento del mercado, mayor información. Hay que establecer alianzas y ser un poco más creativos".
Juan Camilo Muriel, Ricardo Restrepo y Juan Camilo Montaña , son otros emprendedores que ya conversan de tu a tu con grandes empresarios de ambos países. Su empresa JCR Trade Consulting brinda asesoría para hacer negocios en ambos países, busca proveedores y abre mercados a quienes quieren exportarle a China.
"Tienen tantas dudas sobre nosotros como nosotros sobre ellos y el mismo desconocimiento. Nuestro rol es ayudar en ese proceso de entendimiento, de negociación", dice Juan Camilo Muriel, quien cree que Colombia tiene futuro en el mercado chino si le sigue apostando a las materias primas que este país seguirá necesitando en abundancia y si se arriesga a la comercialización de alimentos.
Invasión comercial en cifras
Además de la falta de productos, otro factor que limita nuestro acceso al mercado chino es la precaria infraestructura vial. "Hace poco llegaron unos chinos a que les ayudáramos a conseguir un proveedor de 80.000 toneladas de carbón. Nosotros, como Sociedad Portuaria, despachamos cerca de 60.000 toneladas a diferentes países en un mes. Pero el carbón está en el interior del país, así el puerto tenga la capacidad de despacharlo, traerlo hasta acá es muy complejo", dice Jorge Andrés Gallego , gerente comercial de la Sociedad portuaria de Buenaventura, quien ve con preocupación que Colombia no está preparado para afrontar la entrada en firme del TLC con Estados Unidos, y otros países. "Para que ingresen buques de mayor calado a Buenaventura, que seguro querrán llegar aprovechando los tratados, hay que dragar 18 millas náuticas del canal y además facilitar el acceso de estas mercancías por la red vial del país, que hoy es insuficiente. El Gobierno Nacional no nos ha autorizado para hacer el dragado".
La fuente de grandes negocios con China es el TLC con E.U. El país asiático es hoy el mayor contribuyente del comercio exterior de E.U. y el que más aranceles paga. Muchas empresas podrían lograr ahorros importantes si trasladan su producción a Colombia y exportan a Estados Unidos con los beneficios de nuestro TLC. Lo que puede traer grandes inversiones provenientes de China a Colombia. "Es una gran oportunidad para que ellos aprovechen nuestra estratégica posición geográfica, y así ingresar al mercado de Estados Unidos sin pagar las altas sumas en aranceles que hoy paga lo producido en China", explicó Pablo Echavarría, director del Centro de Estudios Asiáticos de Eafit.
Desde hace más de 20 años, que unos pioneros en el país traen contenedores de China a los puertos colombianos. Desde maquinaria pesada hasta botones se pueden adquirir en almacenes especializados, grandes superficies, centros comerciales o bazares populares del país. Visionarios que se atrevieron a mirar al gigante asiático y ver allí opciones de negocio, antes de que ese país fuera la gran fábrica del mundo. Ahora es el turno para los que se atrevan a llevar allí lo hecho en Colombia.
Los expertos auguran futuro comercial con China en la agro industria, la confitería, las flores, los cafés especiales, y la ropa interior de diseño, entre otros. Pero pensando y produciendo en grande, lo cual requiere prepararse, ser creativos y entender una cultura de más de 6.000 años de historia y cerca de 1.400 millones de potenciales compradores.