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Diego jugaba de local y ahí muy cerca, en una de las cuatro tribunas metálicas buscaban nuevos alientos Gabriela y Federico, quienes vinieron de Barranquilla e Ibagué.
El espigado piloto que lleva el uniforme del GW, se lucía en la pista, que muchos aseguran es la mejor del país y daba la gabela de ser de una categoría menor, pero su división competitiva lo ponía a la par de los élites.
Se puede decir, prácticamente, que Diego Arboleda nació como atleta allí, en un escenario que quisiera cualquier ciudad del país y que tiene las características de una pista de supercrós.
Diego jugó de local, pero entre la tierra apisonada y los peraltes de asfalto se cuajaban las ilusiones de dos muchachos que tienen fe, esa que impulsa a los campeones.
Gabriela Bollé vino de Barranquilla, y lo hace con frecuencia, porque en Girardota, donde se cumplió la competencia del bicicrós del Clásico El Colombiano-Indeportes Antioquia, está su técnico, Hernán Guarín, cuyo hermano Alexánder, ya fallecido, lleva el nombre del escenario.
"Aquí era la anterior pista y con los años ha cambiado mucho. Está tan buena que colegas de otras partes del país vienen a entrenar aquí, porque tiene las características de las que encontramos en el exterior", relató ayer al mediodía el menor de los Arboleda Ospina, quien fue segundo en los élites.
Diego estaba en su salsa. Los dobles morros de la pista de 430 metros los pasaba con notoria agilidad en procura de la final de la élite, en la que tuvo como duro contendor a Sergio Nacho Salazar, quien fuera el campeón, a la postre, tras tener algunos altibajos en las series previas.
Mientras Diego, el de casa, se animaba, en otro sector de la pista, muy cerca de una cancha de fútbol de pasto artificial, la barranquillera Bollé -ganó la categoría de 13-14 años- contaba contenta, que en la pista de Girardota encontró el nivel que requiere, ya que en la capital atlanticense no tiene el lugar adecuado ni para entrenar ni para competir.
"Vengo cada mes y medio a Medellín o Girardota, para entrenar con el profesor Hernán Guarín. A veces lo hago en Semana Santa, ya que aquí está el nivel", confirmó la apoyada por Indeportes del Atlántico.
Algo similar sucede con el tolimense Federico Fajardo, 14 años, quien viene mensualmente a Antioquia, para buscar el progreso en el bmx, que lo ilusiona con que en Ibagué construyan la pista para los Juegos Nacionales.
"Es mucho lo que he aprendido aquí", refrenda el tolimense Fajardo, quien vino al Clásico para gozar y aprender más del bicicrós.