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Grandes edificios, nuevos hoteles, centros comerciales, vías, sistemas de transporte masivo... Obras que pueden medir, para algunos, el avance de Colombia en los últimos años. De la Colombia urbana.
Pero la Colombia rural, es casi invisible, desconocida y casi mirada con desdén desde las ciudades. Tanto que se olvida que el 75,5 por ciento de los 1.100 municipios colombianos son rurales, que en ellos vive el 31,6 por ciento de la población (no el 25 por ciento, según el Censo de 2005) y que representan el 94,4 por ciento del territorio nacional.
Pero estos no son los únicos indicativos que llaman la atención en el Informe de Desarrollo Humano 2011: Colombia rural. Razones para la esperanza , que presenta hoy el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El informe llama la atención entre la hegemonía de partidos políticos, el bienestar y el grado de ruralidad del municipio.
En 607 poblaciones estudiadas se determinó que los municipios en los que hay un dominio constante de un movimiento o partido político, "hay más necesidades básicas insatisfechas, más miseria y más precariedad en los servicios".
El documento habla de la vulnerabilidad de las zonas rurales, del conflicto armado que ha dejado desprotegidos a los habitantes del campo y los deja como víctimas del desplazamiento y la violencia, de la discriminación de las mujeres rurales.
Recuerda que, según los reportes de Acción Social, entre 1989 y 2010, en el país fueron despojadas y abandonadas 6,55 millones de hectáreas equivalentes a 270.680 predios.
Antioquia es el departamento donde se ha registrado mayor despojo. Le siguen Putumayo, Caquetá, Bolívar, Nariño, Meta, Tolima, Cauca, Córdoba, Cesar, Sucre y Chocó, los que cubren el 74,4 por ciento del área abandonada y el 77,9 por ciento de los predios.
También llama la atención sobre la incidencia negativa que tienen la concentración de la propiedad y la violencia en el Índice de Desarrollo Humano (IDH), el cual se mide en términos de vida larga y saludable, acceso al conocimiento y un nivel de vida digno. Pero en este caso también se tuvieron en cuenta la violencia (el homicidio y el desplazamiento) y la concentración de la propiedad rural.
Según el informe, "no acceder a la tierra influye en el anhelo de una vida sana y saludable porque impide que esta sea una fuente permanente de ingresos para millones de pobladores rurales".
Las diferencias más significativas entre las zonas urbanas y rurales se presentan en Arauca (8 puntos), Casanare (7), Antioquia (6), Valle del Cauca (6) y Córdoba (6).
Claro está que el PNUD destaca que en términos generales el país mejoró pues pasó de 0,78 en 2000 a 0,84 en 2010. La cifra va en consonancia con la tendencia mundial pero es más baja que en Latinoamérica.