Las prendas atrevidas no llegaron al tenis de la mano de María Sharapova. Están en la cancha hace 60 años, gracias a Gussy Moran, una tenista que murió ayer, el mismo día en el que la belleza de María derrotó a la rudeza de Venus Williams.
Gussy fue, en los años 40 y 50 del pasado siglo, la precursora de las modernas Anna Kournikova o Sharapova, jugadoras que tenían tanta belleza física como talento en la cancha. Aunque Moran, una estadounidense experta en dobles, apenas fue importante en la nueva era profesional, sus lanzadas pintas fueron las que la dieron a conocer en todo el mundo.
"Se presentó a jugar en La Catedral de Wimbledon con falda corta y pantys de encaje en 1949. Los fotógrafos, incluso, llegaron a pelear por los mejores lugares para fotografiar sus bragas", reseña el periodista Fernando Carrero, del diario Marca de España.
Moran, con 89 años, murió ayer en Santa Mónica (California), el mismo día en el que la hermosa Sharapova, heredera de su sensualidad en las canchas, hizo trizas a la potencia y poco feminidad de la Williams.
Sharapova venció sin contratiempos a Venus por 6-1 y 6-3 para instalarse en los octavos de final del Abierto de Australia. "Fui una jugadora muy decidida en la pista, porque sabía el tenis que es capaz de jugar ella", dijo Sharapova, quien sin saber, le hizo un homenaje a la mujer que llevó lo sensual al tenis.