Hace muchos años, en una campaña política íbamos para el Occidente del departamento por carretera a buscar los voticos de nuestros copartidarios. La comisión política la integrábamos, don Jesús Jaramillo, un abogado sopetranero, el conductor de vehículo y yo.
Por el camino, nos contaba el paisano abogado que a su oficina en el edificio Genaro Gutiérrez llegó un señor de Frontino con unas bolsas de plástico con tierra y le preguntó por un abogado vecino que tenía la oficina enseguida de la de mi amigo.
--¿Ya para qué necesita al doctor López? Preguntó mi amigo.
--Es que aquí traigo unas muestras de tierra que saqué de una mina que tengo en Frontino y él me las va a llevar a la Escuela de Minas, donde las van a analizar.
--Hombre, pues yo no sé cuándo...
