<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Alepo, la mayor tragedia de Medio Oriente

Se cumplió el plazo de la ONU hacia la escasez total, entre sospechas de un ataque químico del régimen.

  • FOTO REUTERS
    FOTO REUTERS
Alepo, la mayor tragedia de Medio Oriente
23 de noviembre de 2016
bookmark

El milenario esplendor de esta ciudad, a la que acudieron numerosas sectas religiosas desde al menos 3000 años a.C, es ahora casi un espejismo. Lejos está ahora la alusión que hacía de Alepo Jorge Luis Borges con El Aleph, sitio literario en el que pasa toda la historia y se puede recorrer todo el mundo sin alejarse un paso. Un centro de todo lo humano.

Pero si algo puede contener aún Alepo y representar de la humanidad es su historia de barbarie y maldad. La ciudad pasó a ser el centro global de la guerra, de la ambición, del irrespeto por la vida, del sufrimiento, de la muerte.

La descripción más sencilla que dan quienes permanecen en ese lugar a pesar de la tragedia es “un holocausto diario”. ¿Por qué el mundo no pudo resolver esta coyuntura ni aliviar en algo el sufrimiento humano que genera? EL COLOMBIANO dialogó con expertos sobre esta destrucción.

No hay más que muerte

El pasado 6 de octubre, Naciones Unidas hizo un cálculo que causó indignación y puso la atención mundial de nuevo sobre la urbe. Para el ente, de esa fecha en dos meses, los barrios opositores en el este, asediados y bombardeados por el régimen de Bashar al Asad, quedarían totalmente destruidos.

Más aún, el 10 de noviembre, la ONU advirtió que las últimas raciones de comida se repartieron a la población en julio, por lo que su previsión era que en una semana, los habitantes de la ciudad se quedarían sin alimentos, provisiones o víveres.

Ya pasó más de una semana, y los ciudadanos están casi por su cuenta en su lucha por sobrevivir. Pero desde septiembre la situación es similar. Aprovechando el fracaso de una enésima tregua, el régimen y Rusia se ensañaron con los civiles en bombardeos indiscriminados. Solo en octubre murieron 136 niños. Las imágenes de dolor de sus familias se repiten desde entonces. Alepo es un infierno en la tierra.

“Lo que pasá allá demuestra que las crisis humanitarias no tienen hoy día respuestas humanitarias, sino una respuesta política. Alepo representa el fracaso del derecho internacional, pisoteado por Asad. Por otra parte, de tanto jugar ajedrez las naciones en Siria, los civiles dejaron de contar. La única salida a esta tragedia es voluntad política y salida negociada”, argumentó Víctor de Currea-Lugo, docente de la Universidad Nacional y experto en conflictos armados internacionales.

Desde la ciudad turca de Gaziantep, a 97 km de Alepo, el internacionalista Hasan Turk consideró que “Alepo es el punto crucial de este conflicto tan complejo, porque ningún bando se consolida. Entre el caos que hay muchos civiles no pueden escapar. Es muy difícil que el drama humano se resuelva después de tanta indiferencia internacional ante la sangre derramada”.

El agravante actual, aunque por supuesto no el final, es que el régimen presuntamente vuelve a incurrir en el uso de armas químicas contra los civiles, tal como muestra un video difundido a la prensa internacional por el Observatorio Sirio. En él se ve a cuatro niños muertos tras supuestamente inhalar gas cloro.

Están a oscuras, en un recinto subterráneo, ya que los bombardeos rusos destruyeron todos los hospitales en las zonas opositoras.

Infográfico

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD