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El ministro de Interior argentino, Rogelio Frigerio, rechazó este domingo las acusaciones lanzadas por la expresidenta Cristina Fernández sobre de los incidentes protagonizados por un grupo de manifestantes que rodeó la casa de su cuñada y que para ella tenían el “visto bueno” del Gobierno.
“Si tiene pruebas sería bueno que las presente a la Justicia porque son graves, tan graves que el presidente Mauricio Macri salió a condenar los hechos de violencia”, afirmó hoy Frigerio en declaraciones a radio Mitre, reproducidas por la agencia estatal de noticias Télam.
“Los reclamos son válidos porque la gente la está pasando muy mal, pero repudiamos los hechos de violencia”, puntualizó el funcionario.
También destacó que el Gobierno ha estado en contacto con la cuñada de Fernández y gobernadora de la provincia patagónica de Santa Cruz (sur), Alicia Kirchner, “para garantizar la seguridad” en la zona.
Frigerio respondió así a un extenso mensaje en vídeo publicado ayer por la expresidenta (2007-2015) en el que mostraba los desperfectos ocasionados en la residencia de la gobernadora santacruceña.
Ambas estaban juntas cuando un grupo de manifestantes, en respuesta a una convocatoria a través de las redes sociales, rodearon la casa e intentaron ingresar antes de ser dispersados con dureza por la policía.
La protesta congregó a sectores, como maestros y funcionarios, que reclaman haberes adeudados por la provincia, que atraviesa severas dificultades económicas.
Para Fernández, según apuntó en el vídeo, era gente “que había organizado y planificado un asalto”, “con el visto bueno del Gobierno” nacional, como parte de un “montaje de campaña” para las elecciones legislativas que tendrán lugar este año.
Kirchner, ministra de Desarrollo Social bajo el mandato de Fernández y de su hermano, ascendió a la Gobernación santacruceña en diciembre de 2015 mientras, a nivel nacional, el kirchnerismo perdía el poder a favor del conservador Mauricio Macri.
La sureña provincia, cuna del kirchnerismo, arrastra desde hace varios meses serias dificultades económicas que han dado lugar a fuertes tensiones sociales.
La gobernadora asegura que recibió la Gobernación en una situación de quiebra y reclama la asistencia del Gobierno nacional.
“Es cierto que heredó una situación compleja: nosotros también recibimos un país muy complicado, pero la diferencia es que estamos haciendo un cambio y la provincia hace 25 años que está gobernada por la misma familia”, sostuvo hoy Frigerio.
“No estamos evaluando intervenir la provincia”, añadió, y reiteró que el apoyo del gobierno central está sobre la mesa.