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Volver de la barbarie a una armonía relativa, de la violencia a la aparente paz, puede resultar todo un infierno para los soldados que retornan de la guerra. En especial si el país por el que lucharon y por el que sus compañeros dieron sus vidas prefiere no pensar en los frentes de batalla a donde decidió enviar a quienes llamó héroes.
En la decepción que supone ver la banalidad de la guerra, de un Estado que manda soldados desconocidos a morir en tierras lejanas, muchos de ellos se percatan de su inutilidad. Es el caso de Phil Klay, uno de los escritores de mayor proyección de su país, y quien desde su perspectiva de exmarine ha logrado elaborar una de las críticas más humanas y constructivas sobre la política exterior estadounidense.
Así, su libro ‘Redeployment’ —el primero y por ahora el único que ha escrito—, ganó el prestigioso ‘National Book Award’ de narrativa en 2014. Klay estuvo presente en el Hay Festival que acaba de culminar, y EL COLOMBIANO tuvo la oportunidad entrevistarlo.
¿Por qué decidió escribir un libro de la guerra de Irak?
“Estuve allá durante un año como marine, y cuando volví a Estados Unidos en 2008 tenía muchas dudas en mi mente, no solo sobre mi experiencia, sino sobre lo que vivió la gente cercana y la que yo conocí allá. Empecé a escribirlo a pocos meses de llegar de la guerra, y no solo abordó lo que ocurrió en Medio Oriente, sino también cómo se veía EE.UU. al volver”.
¿Y usted cómo lo veía?
“Muy extraño. Creo que haber sido marine me cambió de muchas formas. Cambió mis nociones de la responsabilidad que uno tiene como ciudadano, también acerca del impacto de las acciones que realiza el gobierno dentro y fuera del país”.
¿Y por qué cambió su perspectiva como ciudadano?
“El escenario violento de la guerra en Irak tuvo mucho impacto. Nosotros fuimos todos pensando que íbamos a hacer el bien, a mejorar la situación que había en ese país, o al menos eso intentábamos. Empezamos a resultar heridos o muertos, mientras que la población iraquí vivía una cantidad absurda de violencia. Cuando volvimos a EE.UU, lo extraño fue saber que no había un verdadero debate público sobre la guerra, porque las decisiones que se tomaban en Washington determinaban completamente lo que pasaba al otro lado del mundo, y a los mismos soldados que peleaban en ese conflicto”.
¿Por tanto considera que los estadounidenses no pusieron mayor atención?
“Había cierto debate en medios, pero siempre se hizo una conversación sobre algo que ocurría a una gran distancia, algo lejano y que no afectaba al país, que no cambiaba sus realidades. Yo, que estuve en el frente de batalla, abordo esos contrastes en mi libro”.
¿Por cuánto tiempo y en qué base fue asignado durante su servicio en Irak?
“Trece meses, desde enero del 2007 a febrero del 2008, y estuve en la provincia de Al Anbar, la misma donde el Estado Islámico tiene mucho poder ahora mismo. La mayor parte de mi tiempo la pase en una sola base, la de Habaniyah. Pero también tuve la oportunidad de recorrer toda la región y de esas experiencias construí el libro”.
¿Cree que la experiencia estadounidense en Irak se puede calificar de algún modo como un error?
“No se si la definiría de esa forma. Creo que lo que está pasando ahora allá es definitivamente catastrófico. No es lo que nosotros queríamos, ni lo que pensábamos dejar. Cuando me preguntan sobre la guerra siempre abordan el éxito o no de las decisiones que fueron tomadas, pero mi parte en esa guerra fue en su ocaso, y no sería objetivo calificarla por completo”.
Christian Appy, escritor y docente de la Universidad de Massachusetts, dijo con anterioridad a este diario que ve similitudes entre la guerra de Irak y la de Vietnam, ¿usted coincide?
“Hay muchas diferencias fundamentales. Es cierto que son dos guerras prolongadas donde EE.UU. no logró gran parte de sus objetivos. Se sienten distintas, y una de las razones es que se pelearon con tecnologías y armamento diferentes. Además, nosotros entramos como voluntarios, queríamos ir —en Vietnam no todos querían—, y eso permitía que los políticos se enfocaran en otros asuntos de la guerra, menos impactantes para la opinión pública local”.
¿Y en la experiencia como soldados, es comparable lo ocurrido en Vietnam a Irak?
“Hay elementos similares, pero se podría decir que desde la perspectiva del soldado se siente distinta. Incluso Afganistán se siente diferente, y eso lo puede decir cualquiera que haya estado en ambos escenarios. Veo más similitudes respecto a la experiencia del soldado cuando retorna a casa. Mientras que en Vietnam muchos se involucraron en el debate sobre la guerra pero de forma negativa, frente a Irak no se veía discusión alguna. Pero en ambos casos el soldado se sintió solo o extraño al retornar”.
¿Cuál ha sido la clave para el éxito de su libro?
“Su cercanía. Son 12 historias contadas desde distintas perspectivas y narradores. Las funciones que desempeñan en Irak son muy diferentes. Algunos son infantes de marina, otros trabajan en la morgue, y preparan los cadáveres para enviarlos de vuelta a EE.UU. Otros son capellanes, y otros se encargan de la artillería. Es un grupo diverso de historias y opiniones, y esa es la característica del libro. El término ‘redeployment’ hace referencia al retorno a casa”.
¿Prevé un segundo libro?
“Estoy investigando en este momento porque quiero escribir uno sobre el accionar estadounidense en Colombia y su historia. Es difícil hablar de eso en medio del proceso de pesquisa y documentación, pero basta decir que este tema merece mucha más atención, para bien o para mal, y en especial en EE.UU”.
¿Cree que hay herramientas mejores para lograr paz en el complejo Medio Oriente?
“Creo que estamos en esta alarmante situación del Estado Islámico porque no nos dimos cuenta de los efectos secundarios y terciarios que suponían una intervención militar en esa región. Hay muchas cosas que una fuerza militar no puede controlar en el terreno, y hay límites para lo que pueda lograr. Claramente cualquier solución en la región debe ser de amplio espectro y debe tener consideraciones políticas, conocimiento del contexto local, y no debe ser impuesta desde el exterior”.