viernes
7 y 9
7 y 9
El próximo 6 de noviembre los estadounidenses irán a las urnas para las elecciones legislativas. En estas, los republicanos pretenden mantener su hegemonía en el Senado, mientras que los demócratas buscan avanzar en todos los distritos.
Lea también: Parte de la fortuna de Trump vendría de paraísos fiscales
Es habitual que los presidentes estadounidenses vean que su partido pierde terreno en las primeras elecciones al Congreso después de su entrada a la Casa Blanca, y para Donald Trump, hasta ahora, parece que esta cita no será la excepción.
Lea también: Senado respalda nominado de Trump a la Corte, pese a acusaciones
Por eso, le contamos seis claves que le permitirán entender la importancia de estas elecciones.
1. El desafío de los demócrata en Texas
El estado de Texas tiene la campaña más seguida y la más cara. En ella participan el rupturista candidato demócrata al Senado Beto O’Rourke, un antiguo cantante de rock-punk que actualmente está en la Cámara, con el consolidado político republicano Ted Cruz.
O’Rourke defiende la salud pública, una reforma al sistema de justicia y un refuerzo de las leyes sobre las armas en una campaña en la que se ha hecho conocido simplemente con su nombre de pila, pero debe convencer a los votantes de las áreas rurales.
Arrebatarle Texas a los republicanos ha sido un sueño anhelado durante años por los demócratas, pero que necesita el sustento de votantes contrarios a Trump en zonas del extrarradio urbano para lograrlo.
2. Republicanos, por Missouri
Para los republicanos, Missouri es una oportunidad de oro para arrebatarle a los demócratas una preciada plaza después. Este estado se ha inclinado hacia los conservadores en los últimos años.
Allí, Josh Hawley compite codo a codo con McCaskill, y con Trump a su lado alentándolo y elogiándolo como una “estrella”.
#24Hours. That’s what @ClaireCMC needs from you to win in November. You in? Sign up for a shift at https://t.co/JdwFNqFk6T. #MOSen pic.twitter.com/uIQDMAJ9lr
— Team Claire (@McCaskill4MO) 3 de octubre de 2018
Si los republicanos se imponen en Missouri, Dakota del Norte o Indiana, probablemente lograrían retener la mayoría en el Senado.
3. Florida, bajo polémica
Pese a que Hillary Clinton ganó la inmensa circunscripción 26º de Florida por 16 puntos en 2016, los demócratas no lo tienen fácil para desalojar a Carlos Curbelo, un republicano con orígenes latinos que critica habitualmente a Trump.
Otra pugna clave es la campaña del demócrata Andrew Gillum, alcalde de Tallahassee, que busca convertirse en el primer gobernador negro del estado.
En su camino se cruza el fiel acólito de Trump Ron DeSantis, que ya causó polémica este miércoles, cuando evocó a un simio al hablar de su opositor afroestadounidense: “Monkey this up”. Con esto, pretendía alertar a los votantes de Florida contra la tentación de votar por un “programa socialista”.
4. Duelo por la política migratoria
En el distrito 2 de Arizona, en la frontera con México, la política migratoria de Trump va a jugar un rol central. Ahí compiten la republicana de origen latino Lea Marquez Peterson y la antigua congresista demócrata Ann Kirkpatrick.
La representante saliente, Martha McSally, se presenta al Senado también para un duelo entre mujeres contra Kyrsten Sinema.
5. ¿Y Minnesota?
Minnesota podría perder dos escaños demócratas. Uno de ellos es el distrito 8, un bastión demócrata que se inclina hacia la derecha.
Entre los temas claves que enfrentarán al candidato demócrata Joe Radinovich y a su rival republicano, el jugador de hockey Pete Stauber, están las guerras comerciales y el agrio resentimiento que sienten los votantes de mayor edad que perdieron sus empleos en el sector siderúrgico y maderero.
6. Kansas: la sorpresa
Con los demócratas alentados por el entusiasmo popular, el partido aspira a adentrarse en una zona que por el momento sólo tiene representantes republicanos: Kansas.
Allí Sharice Davids, una candidata lesbiana de origen indígena, se enfrenta al congresista republicano Kevin Yoder por el escaño del distrito 3.
Yoder estuvo en problemas esta semana cuando su partido le recortó fondos de campaña, un indicio poco alentador sobre sus resultados.