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Todo comenzó en Instagram, cuando una mujer australiana decidió “contar su historia”. A sus seguidores les aseguró que había sido diagnosticada con cáncer cerebral y que solamente le quedaban unos pocos meses de vida, pero que pudo vencer la enfermedad gracias a un cambio en su alimentación y a su actitud positiva.
El reconocimiento de la mujer creció rápidamente y su éxito llegó a Estados Unidos y a Inglaterra donde este mes estaba previsto el lanzamiento de su libro de recetas. Además, esta australiana, que decía tener 23 años, creó una aplicación para celulares que tuvo más de 300 mil descargas, razón por la cual fue selecciona por Apple para que su App apareciera en los relojes Apple Watch que salieron al mercado esta misma semana.
“Con mucha frustración y dolor en mi corazón... Me cuesta encontrar un hueco esta noche para contarles con mucho amor y fuerza, que me han diagnosticado un tercer y cuarto cáncer. Tengo cáncer en mi sangre, en el bazo, en el cerebro y en mi hígado”, escribió la australiana en julio pasado.
La mujer, además de prometer que vencería de nuevo al cáncer, aseguró que donaría el 25 por ciento de las ganancias de su libro a los más necesitados, sin embargo ninguna fundación ha confirmado que haya recibido dinero.
Belle Gibson tenía el éxito asegurado, su libro era un best seller en Australia y ella vivía de las conferencias que daba por su experiencia de superación personal, su cara aparecía en revistas y programas de todo el mundo. Gibson se convirtió en una fábrica de dinero.
“Nada de esto es verdad”
Su edad era falsa, en realidad tenía 26 años y no 23 como había informado. Sus enfermedades eran mentiras, al igual que sus recetas e historias que le dieron la vuelta al mundo. Todo había sido parte de un invento de la australiana y miles de personas en todo el mundo que creían en sus consejos habían caído.
“No quiero perdón. Sólo creo que decir la verdad era lo responsable. Por encima de todo, me gustaría que la gente dijera: Ok, ella es humana”.
Ahora todas las cuentas de Gibson en las redes sociales han desaparecido y miles de personas en todo el mundo se preguntan si la mujer estará pensando en devolver todo el dinero que logró recoger.