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Donald Trump y Hillary Clinton siguen poniendo atención a lo que pasa en las primarias republicanas y demócratas, a pesar de ganar en sus respectivos partidos y que eventualmente serán nominados por estos. ¿El motivo? Hasta las convenciones de cada bancada (18 y 25 de julio, respectivamente), no sabrán hasta qué punto tendrán que moderar su discurso.
Hoy se celebran primarias de ambos partidos en Oregon, mientras que Kentucky verá solo comicios demócratas. Bien antes de que el senador Ted Cruz y el gobernador de Ohio, John Kasich, se retiraran de la contienda, Trump ya obtenía en el primer estado una amplia ventaja con 45 % frente a 14 % tanto para Cruz como Kasich. En dicho lugar el magnate obtendría 28 delegados.
En cuanto a los demócratas, Hillary Clinton aventajaría a Bernie Sanders por 15 unidades en Oregon, con 48% frente a 33% del senador. En Kentucky, por otra parte, la encuesta más optimista le da nuevamente el triunfo a la exprimera dama con 43 puntos porcentuales frente a 38 de Sanders.
Con esto, Clinton podría afianzar mucho más su campaña y evitar que la revelación de Sanders llegue muy fuerte a la convención nacional del partido (25 de julio), para negociar sus posturas políticas y propuestas rumbo a las elecciones de noviembre.
Los esfuerzos de la campaña de la exsecretaria de Estado por evitar que Sanders consiga un alto cargo en su propuesto gabinete son considerables, máxime si, por ejemplo, su jefe de campaña John Podesta ya afirmó que para la fórmula vicepresidencial solo se barajarán mujeres —la más probable es la senadora Elizabeth Warren—.
En diálogo con EL COLOMBIANO, Felipe Buitrago, politólogo y docente de la Universidad de Antioquia, se refirió a esa puja dentro del partido demócrata en plenas elecciones primarias: “Con el sistema de los superdelegados Clinton sabe que ya el asunto de su nominación está zanjado, pero Sanders quiere buscar un lugar en su gobierno, más exactamente en la Vicepresidencia. No obstante, Hillary no ve que la línea política del senador cuadre con lo que quiere, y además es muy probable que elija a Warren”.
Pero la cuestión demócrata no es fácil, y en cualquier caso Clinton tendrá dificultades para mermar la influencia que pueda tener Sanders a futuro, sin que se resientan los votantes que eligieron de forma contundente a Barack Obama en el pasado. Así lo consideraron con anterioridad distintos expertos en diálogo con EL COLOMBIANO.
“Clinton no se alejará de la línea política de la actual administración, porque Obama es más popular que ella”, vaticinó el politólogo Patricio Navia, docente de la Universidad de Nueva York (NYU).
“Sanders está sobre ella, a pesar de la ventaja, y el hecho de que él siga ganando estados no impedirá su nominación, pero sí la debilita rumbo a la convención”, afirmó por su parte el estratega político Mauricio de Vengoechea.
De modo que, en unas elecciones que han sido muy extrañas desde su inicio, ni siquiera Trump está tranquilo antes de la convención a pesar de su contundente victoria, entre dirigentes republicanos que aún lo resisten.
Germán Sahid, docente de la Facultad de Relaciones Internacionales de la U. del Rosario, no descartaría que “sectores republicanos duros prefieran en alguna medida apoyar a Clinton para sobrevivir a la agenda de los próximos dos años. Ven como un riesgo el hecho de que por Trump, podrían perder las próximas legislativas”.