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Este lunes comienza el juicio contra el asesino en película de Batman

  • Foto archivo.
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26 de abril de 2015
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James Holmes se mostró más agresivo un tiempo antes de ponerse una máscara de gas y protegerse con prendas de blindaje personal, echar mano a un fusil, una escopeta, una pistola y municiones y entrar subrepticiamente a una exhibición nocturna de la película de Batman, El Caballero de la noche.

Era un destacado estudiante de ciencias neurológicas, pero estaba perdiendo el control sobre sí mismo.

En una ocasión le dijo a un compañero de clases que quería matar gente, afirman los fiscales. Perdió la confianza de sus profesores, quienes le sugirieron que buscara una nueva carrera. Entonces Holmes dejó de ver a su siquiatra y le enviaba mensajes de texto tan amenazadores que la mujer alertó a la policía de la Universidad de Colorado. Incluso le envió por correo su diario en un paquete con billetes quemados de 20 dólares.

Meses antes que Holmes abriera fuego contra la gente en el cine el 20 de julio de 2012, una matanza que tuvo un saldo de 12 muertos y 70 heridos, considerada una de las peores en la historia de Estados Unidos, Holmes, de 24 años y estudiante de doctorado, se preparó para la violencia.

Acumuló armas, munición, granadas de gas lacrimógeno y prendas de protección personal. También preparó trampas en su apartamento y ponía música tecno a todos volumen en un aparente intento por hacer que alguien abriera la puerta. Un vecino que fue a quejarse evitó una explosión al alejarse.

Muchos observadores esperan que el juicio de Holmes, que comienza el lunes y en el que pudieran condenarlo a muerte, muestre finalmente qué convirtió a un estudiante destacado en un sádico.

Los fiscales creen que estaba furioso por sus malas calificaciones, pero cualquiera que busque un factor particular que lo haya hecho entrar en acción probablemente se decepcione, dijo J. Reid Meloy, siquiatra forense de la Universidad de California en San Diego.

“Nadie pierde totalmente el control de repente”, dijo Meloy, quien no participa en el caso de Holmes. “Lo que sabemos es que incluso si una persona está sicótica, puede planear metódicamente un asesinato en masa”.

La violencia masiva por lo general es premeditada, que sigue un camino que por lo general comienza con a algún agravio personal y se complica con el narcisismo y la paranoia, pero sólo uno de cada cinco de estos asesinos son sicóticos, dijo Meloy.

El caso es que Holmes ya había conocido la sicosis de primera mano. Antes de los hechos, se estaba preparando para una presentación sobre “biomarcadores microRNA” que ofrecen una base biológica para desórdenes siquiátricos y neurológicos.

Aproximadamente al mismo tiempo, reunía un arsenal: dos pistolas Glock, una escopeta, un fusil AR-15 y numerosas cajas de munición, con un total de 6.295 balas.

La policía que registró su apartamento también encontró medicamentos por receta contra la ansiedad y la depresión, 50 latas y botellas de cerveza, blancos de tiro y una máscara de Batman.

“Estaba completamente loco”, dijo la abogad defensora Iris Eytan, de Denver, quien representó inicialmente a Holmes pero ya no participa en el caso.

Eytan comparó a Holmes con otros esquizofrénicos a quienes ha defendido: son erráticos e irracionales y alucinan.

Si lo miras a los ojos, tiene la pupila completamente dilatada”, dijo sobre una foto que muestra a Holmes con el cabello teñido de anaranjado.

“Creo que estaba afectado por algo y creo que era una enfermedad mental”, agregó.

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