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Decenas de mujeres musulmanas y no musulmanas, convocadas por las redes sociales, transformaron este jueves la embajada francesa de Londres en una playa para protestar por el veto al burkini, el traje de baño islámico que cubre desde la cabeza hasta los tobillos.
Bajo el lema “Fiesta en la playa: Ponte lo que quieras”, unas 75 mujeres llenaron la entrada de la embajada francesa de arena, donde pusieron sus tumbonas y sombrillas para protestar contra la “censura” y la actuación policial ejercida contra musulmanas en los últimos días en Francia.
Varias mujeres se organizaron el día anterior a través de Facebook para reivindicar su derecho a usar el burkini, prohibido en una treintena de localidades francesas.
“Estoy muy enfadada”, comentó a Someyie Khem, una mujer afgana que vive en Londres y que asistió a la convocatoria junto a sus dos hijas.
“No me puedo ni imaginar lo asustada que debía de estar esa señora cuando se despertó rodeada de policías”, dijo haciendo referencia a una mujer que fue fotografiada en una playa de Niza (Francia) cuando los policías le obligaban a retirarse la túnica.
A la protesta acudieron también muchas mujeres no musulmanas como la activista británica Fran Smith, que explicó que había asistido a la concentración para apoyar a sus “hermanas musulmanas”.
La joven, que llevaba un bikini debajo de su vestido, defendió que “la mujer que salió en los periódicos el otro día no llevaba un burkini y aun así fue forzada a desvestirse públicamente”.
“El veto se ha reinterpretado de un modo islamofóbico y además es misógino porque el objetivo son las mujeres”, aseveró.
Una de las organizadoras del evento, Fariah Syed, explicó a Efe que con esta protesta piden que se retire la prohibición, al igual que “no se le pediría a un monja que se quite su hábito, ni a un submarinista que se quite su traje de buzo”.
“Por lo tanto, ¿por qué debería una mujer islámica desvestirse en público por su religión y la ropa que lleva?”, preguntó retóricamente la joven musulmana de padre bangladesí y madre inglesa.
La protesta fue interrumpida momentáneamente por una mujer que, tras pedir la palabra, mostró su rechazo hacia el evento. Tras unos minutos de discurso, el resto de activistas sofocaron la voz de la espontánea coreando “Nuestro cuerpo, nuestra libertad”.
Esta mujer, de nombre Saleha y que tiene la nacionalidad argelina y francesa, explicó que ella considera que “Francia es un país laico y que hay que respetar las leyes del país”.
Indignación en las redes sociales
Las redes sociales se encendieron a favor de las dos bañistas. Diarios británicos publicaron anoche imágenes de una de las dos mujeres siendo controlada por cuatro policías municipales en una playa del paseo de los Ingleses en Niza.
La primera instantánea muestra a la mujer con un pañuelo turquesa y blanco que le cubría el pelo y una túnica del mismo color de manga larga, mientras que en la siguiente se la ve quitándose la túnica bajo la mirada de los agentes.
También ayer en Cannes, unos policías multaron a Siam, una bañista de 34 años que llevaba “hiyab” y que hoy declaró a la cadena “BFM TV” que va a emprender acciones legales.
“No llevaba ‘burkini’, no llevaba burka, no iba desnuda. Considero que mi vestimenta era correcta”, dijo.
Los dos incidentes han generado un aluvión de reacciones de internautas denunciando hoy lo sucedido y mostrando su indignación en las redes, dado que el velo no está vetado en los espacios públicos.
“Llegamos incluso a desvestir a mujeres en la playa. Sois el hazmerreír del mundo”, decía un comentario en Twitter de la militante Sihame Assbague, retuiteado al menos 11.000 veces.
Niza y Cannes forman parte de la quincena de municipios de la Costa Azul que desde principios de mes han ido prohibiendo en sus playas públicas el uso del “burkini”, bañador islámico que cubre completamente el cuerpo de la mujer.
A la espera de que el Consejo de Estado, máxima instancia administrativa gala, examine mañana la legalidad de los decretos municipales que vetan esa prenda, al menos 16 mujeres han sido multadas en total desde principios de semana, según “BFM TV”.
El Gobierno apuesta, en cambio, por el cumplimiento firme de la ley en vigor contra el burka, que cubre todo el rostro, y el niqab, que solo deja ver los ojos, y de la que proscribe en centros educativos de primaria y secundaria todo signo religioso ostentoso.