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Hamburgo arde con cita del poder
Mientras Trump y Putin se daban un histórico apretón de manos, las protestas dejaban 159 heridos.
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Los líderes de las 20 potencias y países emergentes que conforman el bloque tuvieron un almuerzo. -
Las protestas en Hamburgo, cuna de la izquierda alemana, dejaron 89 detenidos en dos días. Fotos afp -
Trum, luego del encuentro con Peña Nieto, ratificó la idea de que México pague por construcción del muro.
08 de julio de 2017
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Hamburgo, la cuna de la izquierda alemana y de su canciller Angela Merkel, vivió ayer un primer día de Cumbre del G20 agolpada por protestas con todo tipo de causas: la globalización, el terrorismo, el cambio climático y la inequidad laboral.
Mientras los líderes de las 20 economías más representativas del planeta y las potencias emergentes discutían sobre cambio climático y libre comercio pero, sobre todo, buscaban estrategias de cooperación y de financiación para mejorar la seguridad global, los disturbios entre manifestantes y la policía dejaban 159 uniformados heridos, 83 detenciones, saqueos, carros ardiendo y daños en infraestructuras públicas.
De otro lado, entre los mandatarios se cocinaban diálogos importantes. Las miradas estuvieron en la mañana sobre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto. Si bien decidieron no discutir la cuestión del muro en la frontera, en el encuentro, una periodista estadounidense le preguntó al magnate si seguía queriendo hacer pagar a México por esa obra, a lo que él respondió: “absolutamente”, sin reacciones del latinoamericano, que se centró en la negociación del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte.
Trump y Putin: cara a cara
Más tarde, la histórica reunión privada entre Trump y Vladimir Putin avivó aún más los comentarios desde Alemania. La reunión, que estaba prevista para durar media hora, se alargó por dos horas y 16 minutos y tuvo como gran hito que los mandatarios pactaran una tregua en el suroeste de Siria, donde un conflicto entre el régimen de Bashar al Asad y grupos rebeldes (cada bando apoyado por distintas naciones) se gesta.
Aunque no se sabe el tono de ese diálogo, porque no se permitió el ingreso de ningún periodista, las declaraciones de los secretarios de Estado de EE. UU. y Rusia apuntan a que los líderes se relacionaron bastante bien. Para Emilio Viano, internacionalista de la American University en Washington, Trump admira el tipo de liderazgo y las muestras de macho alfa de su par en Moscú, mientras para este último fue interesante encontrarse con el líder del mundo libre, de quien depende el fin de las sanciones que le impuso a Rusia el expresidente Barack Obama.
“El tono fue conciliador”, sugiere Felipe Buitrago, analista internacional de la Universidad de Antioquia, para quien fue clara la intención de Trump de dar un vuelco a la imagen negativa que existe sobre la relación con Rusia, al punto de que quedó en la agenda una visita de Putin a Washington.
Para hoy, segundo y último día de la Cumbre, Buitrago destaca que se avistará cómo el Consejo de Seguridad de la ONU va a contener a Corea del Norte por sus recientes amenazas, que incluyeron el lanzamiento de un misil intercontinental, pero se cree que la presencia de Trump y su discurso antiglobalización va a bloquear las pocas posibilidades que tiene este escenario de alcanzar avances en materia de cooperación económica.
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