viernes
7 y 9
7 y 9
Con un discurso centrado en el elogio de su país como líder económico de Suramérica y abierto a resolver, con el diálogo, cualquier disputa en la región, como la histórica demanda ante Chile sobre una salida al mar; el presidente de Bolivia, Evo Morales, celebró ayer sus 12 años en el poder.
“Ahora somos el Estado más fuerte de toda la región y el que más ha crecido en los últimos años”, sentenció el mandatario en su alocución en el día que celebra su llegada al poder en 2006.
“Tenemos una nueva Bolivia”, aseveró Morales ante el Parlamento.
El cambio del país en estos 12 años “no fue un milagro”, sino un logro de un pueblo que dijo “sí se puede” para emprender un proceso de cambio, argumentó ante una representación diplomática y de organismos internacionales como invitada al discurso en la Asamblea Legislativa.
“Nacionalizamos los recursos naturales, distribuimos los ingresos, fomentamos la inversión pública y privada, cambiamos Bolivia”, agregó tras avalar sus elogios con una enumeración de cifras económicas.
Un crecimiento económico del 4,2 % y una inflación de solo el 2,7 % en 2017, destacó, mientras el resto de la región crece por debajo o vecinos como Argentina sufren tensiones inflacionistas del 24,8 %.
Pese a los augurios de sus detractores y las previsiones de organismos como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, el mandatario se vanaglorió de haber ganado “la batalla” a quienes advertían que sus políticas serían su “tumba”.
Morales defendió este liderazgo económico acompañándolo de un mensaje cargado de buenas palabras hacia sus vecinos, incluido Chile.
“Estamos más cerca del mar como nunca antes en la historia”, dijo sobre la certeza que mantiene Bolivia de que este año la Corte Internacional de Justicia de La Haya le dará la razón en la demanda presentada en 2013 contra Chile.
“Esperamos una decisión que llevará a dos países vecinos y hermanos a negociar un acceso soberano al Pacífico”, reiteró acerca del pedido para que Chile acceda a negociar sobre el territorio perdido por Bolivia en una guerra hace más de un siglo.
“Una herida todavía abierta, que no puede seguir afectando a nuestros pueblos ni a sus próximas generaciones”, apuntó.
La intervención, de cerca de dos horas, menos de la mitad que otras de su mandato en este día, además de repasar estos 12 años –el periodo más largo de una presidencia en la historia de Bolivia–, perfiló los retos para los próximos años, teniendo en cuenta que Morales ya es candidato para las elecciones de 2019.
La industrialización de los recursos naturales, como siguiente paso en el proceso de nacionalización iniciado en 2006, una sanidad pública gratuita universal o una justicia rápida son algunos retos.
Palabras que llegan poco después de una huelga de mes y medio en la sanidad pública y de unas elecciones a jueces en las que se impuso el voto nulo como protesta a su política.
En este contexto, hizo especial hincapié en que Bolivia “ahora está empeñada en liberar una nueva batalla, por la liberación y la independencia tecnológica”.
“Queremos seguir siendo políticamente soberanos, económicamente independientes y socialmente justos”, advirtió sobre la necesidad de contar con tecnología propia en sectores como la industria.
Morales terminó su discurso entre gritos de “Evo, Evo” en el Día del Estado Plurinacional, forma que adoptó Bolivia con su llegada al poder en sustitución de la república instituida con la independencia en 1825.