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La historia de Lisa Borch, de 15 años, tiene conmocionada a la sociedad de Dinamarca luego de que fuera condenada a 9 años de prisión por el asesinato de su madre. Tina Römer Holtegaard fue apuñala 20 veces con un cuchillo de cocina en octubre de 2014. El juicio se realizó este mes.
La joven le echó la culpa a su novio, un musulmán radical llamado Bakhtiar Mohammed Abdulla, de 29 años quien a su vez la culpó a ella. El hombre también fue condenado a 13 años y será expulsado de Dinamarca cuando cumpla su sentencia.
La narración del fiscal sobre los hechos, en el juicio que se realizó esta semana, fue escalofriante. La misma joven llamó a la policía, argumentando que un hombre blanco había ingresado a su casa y que había sangre por todas partes.
Al llegar a la escena del crimen la joven, que había llamado con un tono de voz de angustia, estaba concentrada en su celular “jugando y viendo videos en Youtube”, según narró la policía. Al preguntarle por su madre ella “simplemente señaló arriba”, continuaba el relato.
La policía se inquietó por esta conducta, “fue esta aparente falta de interés la que la hizo principal sospechosa del crimen”.
En las investigaciones también se encontró que la joven pasó, el día antes, viendo videos de las decapitaciones de dos británicos a cargo de Isis y que tenía una obsesión con el tema.
En el juicio la joven reconoció que salió con un hombre musulmán, mayor que ella y quien la dejó plantada al trasladarse a Suecia para estar con su esposa e hijos. Lisa se obsesionó con el Islam, según relato del tribunal, y se encontró con una nueva alma gemela, con quien se hizo amigo al conocerlo en un centro de refugiados cerca de su casa. Se trata del otro joven implicado en el asesinato.
Según los relatos del juicio, ambos planeaban huir a Siria y luchar por la causa del Estado Islámico. La joven insistió en que solo eran amigos pero su testimonio no fue suficiente.
Tanto Lisa como su supuesto novio, además de la condena, deben pagar alrededor de 40 mi libras como indemnización para el esposo de la señora Holtergaard, padrastro de la joven y quien se encontraba de viaje al momento de los hechos, para la hermana gemela y para un hermano menor.
La gemela se encontraba en la corte pero ni siquiera miró a su hermana durante el juicio, según narran medios británicos.