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La crisis generada por el “no” griego manifestado en el referendo no ha sido —hasta ahora— un factor determinante para cerrar las negociaciones con Grecia y, por el contrario, varios mandatarios europeos han abogado para continuar con la negociación con este país, en la que se buscaría el acuerdo para que Grecia pague sus deudas.
Esta es por lo menos la posición del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y sus homólogos François Hollande, presidente francés, y la canciller alemana, Angela Merkel, quienes han realizado reuniones para establecer los pasos a seguir en los próximos días de cara a las negociaciones.
Rajoy expresó ayer que, tras el referendo en Grecia, “debe seguir negociándose y hay que terminar rápidamente la negociación”. El presidente español, quien hoy viajará a Bruselas para participar en la cumbre de líderes de la eurozona para analizar las consecuencias del “no” griego, señaló que es necesario desarrollar esas negociaciones lo más rápido posible porque todos los inconvenientes siguen ahí.
Otras dos naciones que no cerraron sus puertas al diálogo con Grecia fueron Francia y Alemania cuyos mandatarios están dispuestos a sentarse a negociar, pero advirtieron la necesidad de una negociación rápida y bajo la premisa de que Grecia presente una propuesta seria y creíble.
Para llegar a esos términos Hollande y Merkel se reunieron para discutir y presentar una respuesta conjunta al rechazo griego a las últimas propuestas de los acreedores internacionales, después de ciertas disonancias entre Berlín y París la semana pasada.
El mensaje de esa reunión fue contundente: la responsabilidad de presentar propuestas de manera clara y urgente recaerá sobre el primer ministro griego Alexis Tsipras. Los mandatarios de Francia y Alemania incluso, se atrevieron a poner un plazo que se vencería hoy en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro.
“La puerta está abierta a las discusiones. Ahora le toca al gobierno de Tsipras hacer propuestas serias y creíbles para que esta voluntad de seguir en la zona euro pueda traducirse en un programa duradero”, sentenció Hollande en una declaración conjunta con Merkel.
Hollande les recordó a los asistentes y mandatarios de la zona euro que es urgente, tanto para Grecia como para Europa, hallar un acuerdo que permita a Atenas afrontar el pago.
Si bien Merkel se ha mostrado partidaria de las posiciones de Francia con respecto a la situación de Grecia, en su alocución tuvo un tono más conciliador y aseguró que Europa “ha demostrado ya mucha solidaridad hacia Grecia”.
No obstante, insistió en que habrá que esperar a ver cuál es la reacción de los otros 18 países del euro, porque “eso también es la democracia, y tenemos una soberanía compartida. Las condiciones previas para entrar en negociaciones sobre un programa basado en el Mecanismo Europeo de Estabilidad todavía no se han reunido, y esa es la razón por la que ahora esperamos proposiciones precisas del primer ministro griego”, agregó. Sin embargo, dejó entrever que la última propuesta europea -rechazada de forma abrumadora por los griegos en el referendo era “muy generosa”, lo que augura en un futuro unas negociaciones borrascosas.
Sea cual sea el resultado de la cumbre que se realizará hoy, la crisis desatada en Grecia hace presagiar que los bancos griegos no abrirán sus puertas hasta el jueves para evitar una masiva salida de capitales que lleve a ahondar la crisis.
Desde hoy, las discusiones con los acreedores tendrán un nuevo nombre a quien acudir para pedir soluciones y pagos: al frente del Ministerio griego de Finanzas estará Euclidis Tsakalotos, un hombre que actuó como coordinador de las negociaciones con las institucione.s. Resta ver si se logra avanzar