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Llegar a un país marcado por la violencia, la corrupción, el desprecio por la vida, y la persecución a todo el que denuncia estos problemas, representa para el Papa Francisco la mejor oportunidad para brindar su mensaje contra la sociedad del descarte.
Tras cruzar el Atlántico, su avión hizo escala ayer en La Habana, donde tuvo una reunión con Kiril, el Patriarca ortodoxo ruso, que puso fin a casi 1.000 años de distanciamiento.
“En muchos países de Oriente Medio y África del Norte se exterminan familias completas de nuestros hermanos y hermanas en Cristo, pueblos y ciudades enteros habitados por ellos”, dijeron en una declaración conjunta. “Sus templos están sometidos a la destrucción bárbara y a los saqueos, los santuarios a la profanación, los monumentos a la demolición”, agregaron.
El Sumo Pontífice se concentra ahora en lo que vendrá en México, donde llegó anoche.
Para expertos consultados por EL COLOMBIANO, la importancia de su gira es indudable y tendrá al país pendiente de su mensaje, en busca de esperanzas frente a la trágica realidad.
“México está pasando una situación crítica en cuanto a orden público. En ese sentido la visita del Santo Padre va a ser histórica porque, como peregrino, viene a este país a hablar sobre la misericordia como la herramienta para generar el encuentro y el retorno hacia Dios”, afirmó Héctor Orlando García, misionero seglar antioqueño.
Desde Madrid, José Manuel Vidal, vaticanista y director del portal Religión Digital, “el viaje a México es para él una visita a toda Latinoamérica. Dicho país compendia en pequeño —un pequeño gigante, con 119 millones de habitantes—, todas las esperanzas y todos los males de la región. Allí puede abordar la necesidad de combatir las lacras de la corrupción, la criminalidad, el narcotráfico, la trata de personas, entre otras”.
“Pondrá el dedo en todas esas llagas, pero hará especial énfasis en la desigualdad. Denunciará que el modelo de desarrollo que se da en estos momentos deja miseria. Los ricos son cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres. Es un mensaje contra la sociedad del descarte. En cualquier caso, el Papa buscará brindar esperanza. Él quiere mostrar que hay salidas a esas realidades, mediante la diplomacia de la misericordia”, agregó.
Desde Culiacán, Javier Valdez, escritor sobre temas de narcotráfico, tiene esperanzas: “Aunque el gobierno quiere que su visita sea una distracción, la parte de la Iglesia que se preocupa por los problemas del país podrá aprovechar la coyuntura para elevar las denuncias”.