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Oxfam sabía de violaciones y calló

Escándalos sexuales no son nuevos entre organizaciones que en el papel van solo a ayudar a los vulnerables.

  • FOTO AFP
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Oxfam sabía de violaciones y calló
20 de febrero de 2018
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Mientras la tragedia, el frío y el hambre golpeaban a Haití en 2010 por cuenta del terremoto de magnitud 7,3 que dejó 316.000 muertos, varios trabajadores de la ONG Oxfam se dedicaban a organizar orgías con prostitutas menores de edad y a cometer abusos sexuales.

Lo que empezó como una nota investigativa del diario conservador The Times, tiene hoy bajo cuestionamiento no solo si dicha organización debe recibir la millonaria financiación con la que siempre ha contado, sino incluso en duda la ética de los trabajadores humanitarios en general.

Lo peor es que, de no ser por la labor de The Times, el mundo no hubiera conocido que la empresa intentó tomar correctivos en 2011 pero en un modo completamente confidencial, sin dejar rastro de lo ocurrido hacia el exterior.

Siete años después, se conoce que la ONG no informó a las autoridades haitianas “porque era extremadamente improbable que estas tomaran alguna acción”, según esta, y que la Comisión de Caridad para Inglaterra y Gales, encargada de fiscalizar estas organizaciones, “nunca recibió un reporte completo de lo sucedido, ni detalles sobre las acusaciones, ni indicación de crímenes sexuales que involucraran a menores de edad”.

Más aún, ayer la ONG se vio obligada por la presión de la opinión pública a difundir esa investigación interna de 2011, y hubo más revelaciones. La más importante, que trabajadores de Oxfam “amenazaron físicamente e intimidaron” a uno de los 40 testigos del escándalo sexual en Haití.

Efectos inciertos

Mientras se conocen más detalles no solo del comportamiento delictivo de altos cargos de Oxfam en Haití y otros países (ver gráfico), sino del trato de secretismo que le dio la organización al indignante tema, se desconoce las consecuencias internacionales que pueda dejar el caso, en un debate que no solo afecta a Oxfam, sino que mancha la imagen de las organizaciones humanitarias que tratan con las poblaciones más vulnerables.

En diálogo con EL COLOMBIANO, expertos dieron su opinión sobre lo que podría representar este caso para el ejercicio humanitario.

“El escándalo deja muy mal parada no solo a Oxfam sino a todas las organizaciones de ayuda humanitaria. Obviamente personas, empresas y Estados que apoyan política y financieramente a esas organizaciones tendrán una preocupación muy relevante sobre las actuaciones de dichas ONG y si hacen algo contrario a lo que debería ser su labor”, afirmó el internacionalista y docente Hasan Turk.

“La prensa y la opinión internacional deben tener una visión clara y no meter en la misma olla al total de los trabajadores humanitarios, pero probablemente tendrán motivos para pensar lo contrario. Hay que evitar en todo caso generalizar”, agregó.

Para Diego Cediel, profesor de Ciencias Políticas y analista internacional de la Universidad de La Sabana, quien coincide con el llamado a no generalizar, se debe aclarar igual que “todo debe ir acompañado con reformas a la forma en que los gobiernos fiscalizan el accionar dentro de las ONG a las que financian. Seguramente se tendrán que fortalecer los mecanismos legales en este sentido”.

Varios antecedentes

Precisamente, en medio de este huracán que golpea a las organizaciones humanitarias, algunas como Médicos Sin Fronteras tuvieron que comparecer ante la prensa para aclarar si tal comportamiento es solo exclusivo de Oxfam. Hasta MSF vive este flagelo, ya que admitió que solo en 2017, halló 24 casos de acoso o abuso sexual, de las 146 denuncias que recibió. Esa investigación se saldó con el despido de 19 personas y sanciones, advertencias o suspensiones al resto de personas implicadas.

Naciones Unidas, por su parte, no se salva de la problemática, ya que según el diario británico The Guardian, hay por lo menos 15 denuncias por acoso o abuso sexual dentro del ente, mientras que dos altos cargos son investigados: Mick Lorentzen, director en Afganistán del Programa Mundial de Alimentos, y Luiz Loures, subdirector ejecutivo del programa ONU-SIDA y subsecretario general de la ONU.

Esto por no mencionar otros antecedentes, como los casos de violación por parte de Cascos Azules de ONU en República Centroafricana (2014) y de nuevo Haití (2007). ¿Está manchada la labor humanitaria por esto? Sin duda hay numerosos casos, y el debate .seguirá en primera plana

Infográfico

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