viernes
7 y 9
7 y 9
El pasado viernes, Ecuador pasó de solo saber que al expresidente Rafael Correa le molestaba el viraje de su sucesor, Lenín Moreno, a temer una crisis del oficialismo tras las denuncias del actual mandatario, que apuntan a que un sistema de vigilancia ilegal fue instalado en el palacio de gobierno, presuntamente por el líder saliente.
“El Servicio de Protección Presidencial detectó una cámara oculta en el despacho del presidente de la República. Se me informa que esta cámara fue ordenada a instalar por Correa hace siete u ocho años. Pues sucede que el día de ayer estaba funcionando y no sabemos cuántas veces ha estado funcionando, porque fue por casualidad que el Servicio de Protección Presidencial se acercó, sintió algo caliente la pared y se dio cuenta de que la cámara estaba encendida”, denunció Moreno.
“La falta de delicadeza, de por lo menos decir. Correa no me informa que existía la cámara. Estoy extremadamente molesto, ustedes entenderán. Y voy a iniciar inmediatamente una investigación”, agregó.
Como ya empieza a ser usual en los enfrentamientos verbales entre los dos mandatarios, tras la denuncia aumentó el tono del lenguaje en Twitter. “Fisgón: aficionado a husmear la vida de los demás”, dijo Lenín en dicha red social.
“¡Cámara oculta manejada desde mi celular! Si el presidente Moreno prueba aquello, que me vaya a la cárcel. Si no, que renuncie a la Presidencia, ni siquiera por malo, sino por ridículo. ¡Qué vergüenza!”, dijo Correa. “Ridículo: Que mueve a risa. Extraño. Vagón: el que no hace nada y le echa la culpa al resto”, respondió.
¿Qué consecuencias puede dejar este creciente enfrentamiento? Expertos respondieron a EL COLOMBIANO. Para Teodoro Bustamante, docente de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), hay motivos para la preocupación en Ecuador.
“Todo apunta a que el choque tendería a agudizarse. Dentro de la Alianza PAÍS, partido de ambos políticos, se están haciendo esfuerzos para llegar a una transición. De todas formas ya hay consecuencias, algo evidente en el detrimento de la imagen de Correa. Por su parte, todavía el gobierno tiene control, en especial porque está ganando apoyos en otros partidos, pero está por verse qué pueda ocurrir internamente”, aseguró.
Hernán Reyes, politólogo y docente de la Universidad Andina Simón Bolívar, coincide en que “hay un choque que causa fisuras en el oficialismo, pero más allá de eso la institucionalidad y la estabilidad del gobierno no corren peligro. Esto además teniendo en cuenta que gracias a su estrategia de diálogo nacional, la legitimidad de Lenín es récord, con 80 % de aprobación popular, y eso consolida su inicio de mandato”.