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Un duro golpe significó para los venezolanos que el Consejo Nacional Electoral venezolano tumbara el proceso de convocatoria de un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro. No fue solo un golpe para la oposición, porque a estas alturas, con una inflación de tres dígitos y los supermercados del país todavía vacíos en su mayoría por la escasez, más del 70 % de los ciudadanos del hermano país apoyaban el proceso para sacar al actual presidente.
El jueves, a tempranas horas, la maquinaria del chavismo empezó a truncar al referendo en cinco estados (Aragua, Apure, Bolívar, Carabobo y Monagas), ya que tribunales locales argumentaban irregularidades en las firmas.
“Más de 62 mil 688 firmas en Carabobo fueron fraudulentas, esto representa el 31 % del total de las rúbricas presentadas por la MUD”, afirmó Francisco Ameliach, gobernador de dicho estado.
Como en el caso de Carabobo, cabe notar que los otros cuatro estados están gobernados por el chavismo, y en ellos también se pronunciaron los titulares chavistas asegurando directamente que había fraude.
Sobre las 19 horas, el Consejo Nacional Electoral acató casi inmediatamente las órdenes regionales de frenar el proceso del revocatorio.
Ayer los venezolanos continuaron con sus vidas intentando, como ya parece haberse vuelto costumbre, rebuscar salidas entre la grave crisis que vive el país. Tras el golpe que sufrió el revocatorio, la política solo les dejaba malestar e interrogantes, pocas certezas.
Dirigentes opositores como Henrique Capriles alcanzaron a opinar brevemente en Twitter: “Maduro se declaró en desobediencia, no respeta la Constitución. Hoy abandonó el país y va vía de abandonarlo todo. ¡Que después no chille! Y sépanlo Maduro y combo, incluyendo a Lucena (Tibisay) ¡este no es el país de 2013! Es otra Venezuela, donde 80 % quiere cambio. ¡Se comieron la luz!”.
Pero la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) parecía más dubitativa que cualquier venezolano de a pie, y sobre las 5:00 p.m —hora en que se terminaba de redactar este artículo— no hacía todavía ningún pronunciamiento.
No era para menos, los caminos a seguir se volvían dudosos en un escenario de incertidumbre que al único actor que le parece convenir en este momento en Venezuela es al gobierno. ¿Qué va a pasar con la oposición y con el país?
EL COLOMBIANO dialogó con distintos expertos para saber qué clima generó este suceso y qué podría ver la nación hermana a futuro.
“Si bien para la ciudadanía hay cierta sorpresa tras esta decisión, para la clase política venezolana no es ninguna novedad lo que ocurrió. El gobierno, desde hace bastante tiempo, ha tenido una oposición férrea ante este proceso. Lo veía como algo que había que obstaculizar. En cualquier caso hay mucha desesperanza”, afirmó Jesús Castillo Molleda, politólogo y docente de la Universidad del Zulia.
“En este escenario, la oposición debe tener alta responsabilidad sabiendo que 73 % de los venezolanos manifestaban en las encuestas que eran capaces de votar en contra de Maduro en un referendo. Si esto fue bloqueado ¿qué harán ahora? La MUD debe buscar estrategias efectivas, que tengan verdaderos efectos sobre la situación del país. Está el camino de la Constituyente, o el de buscar mayor poder en las próximas elecciones regionales. No es fácil dar una respuesta para el futuro”, agregó.
Miguel Ángel Román, periodista y conductor del programa Café y Noticias, consideró que la incertidumbre es tal, que no se descarta que retornen coyunturas similares a las protestas y enfrentamientos del 12-F.
“En Venezuela hay en estos momentos un ambiente de olla de presión. Mucha decepción, pero mucho coraje respecto a la lucha por cambios en el país. El gobierno juega con fuego al no permitir este mecanismo, y al posponer unas elecciones que se debían hacer este año. La oposición, por su parte, ha tomado todos los caminos constitucionales posibles en consenso con universidades y gremios. Aún así, no ha logrado cambios ante un régimen político que busca aferrarse a todos los poderes”, dijo.
“Por tanto, creo que sería poco sensato vaticinar qué va a ocurrir en Venezuela. El ambiente es muy tenso y puede suceder cualquier cosa. No se sabe cómo van a reaccionar los sectores que estuvieron activos en el 12-F”, advirtió.
Al cierre de esta edición, la MUD, en voz de Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional, afirmó que uno de los caminos que tomarán es “acudir a la OEA para pedir la aplicación de la Carta Democrática”.
Entretanto, el panorama para los venezolanos es desolador, con un régimen que le impide salidas, al mejor estilo de cualquier dictadura.