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El escepticismo marcó la validación de la oposición
Las jornadas, durante el fin de semana, sirvieron para que los partidos de oposición mantuviera vigente su interés electoral.
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Largas filas se vieron en los puntos destinados para que los venezolanos revalidaran sus aspiraciones políticas en las próximas elecciones de este país. FOTO rosalinda hernández c.
Luego de que una disposición del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) venezolano dejó por fuera de la contienda electoral la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que concentraba organizaciones como Primero Justicia, Voluntad Popular, Avanzada Progresista, entre otros partidos políticos; el proceso de certificación de agrupaciones políticas se desarrolló solo con la participación de Acción Democrática (AD) y Primero Justicia (PJ).
Con criterios diversos y opiniones encontradas, el electorado de AD y PJ, concurrieron a cada uno de los sitios dispuestos para la validación a nivel nacional, a fin de cumplir la meta fijada por el ente electoral, la cual consistía en obtener una cantidad de votos (4.200) en un mínimo de 12 estados. El partido AD, liderado por el diputado Henry Ramos Allup, expresidente de la Asamblea Nacional, cumplió en un solo día con la votación en la mitad más uno (siete) de los estados para legalizarse ante el ente comicial.
Mientras la agrupación Primero Justicia, en la que milita el excandidato presidencial Henrique Capriles Radonsky, no corrió con la misma suerte, logrando validar apenas en cuatro estados del país.
Divergencias políticas
Para el diputado a la Asamblea Nacional y dirigente del partido Primero Justicia (PJ) Juan Requesens el proceso de validación es completamente ilegal, no solo por haber sido convocado por una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) ilegal, sino porque es un proceso que no se rige bajo los parámetros de la Constitución.
La afluencia de personas a validar no fue la misma que se observó en marzo de 2017, cuando logró legalizarse con 11.000 votos.
“Hoy existe una población que no está de acuerdo en validar cada una de las arbitrariedades impuestas por este gobierno”, dijo.
De acuerdo con el político, Primero Justicia y Acción Democrática, pueden cumplir la meta de validar sus tarjetas, pero si el gobierno no quiere reconocerlas, no lo hará, como en anteriores procesos.
“No existen las condiciones para asistir a procesos electorales y lo que está demostrando el pueblo que ha salido a validar a su partido es un testimonio de lucha”, precisó Requesens.
Pidió a la comunidad internacional voltear los ojos hacia Venezuela, y aseguró que cuando se convoquen a las elecciones presidenciales, el gobierno de Maduro ya estará fraguando un nuevo fraude.
“Qué haremos, ¿reconocerlo? Necesitamos el respaldo de la comunidad internacional para proteger y garantizar la vida de los venezolano”.
La gobernadora y abanderada del partido Acción Democrática en Táchira, Laidy Gómez, cuestionó la postura de la dirigencia política que con “radicalismo infecundo”, consideran que es mejor quedarse en la casa o luchar por el cambio del país a través de Twitter.
“Respeto a quienes no participaron, pero de esa manera Venezuela no cambiará, cambia con compromiso, participación y con unidad nacional, donde todos los políticos nos desprendamos de los intereses personales para salir a defender el cambio”.
Considera que el problema electoral del país no radica solo en el Consejo Nacional Electoral, sino en la participación, en el pueblo que decide quedarse de manos cruzadas.
La jornada transcurrió con normalidad a pesar de algunos contratiempos como el corte de la energía eléctrica por tiempo prolongado en los estados andinos (Táchira, Mérida y Trujillo) que impidió el normal flujo de las maquinas electorales del CNE y un presunto sabotaje o conato de incendio en las inmediaciones de la plaza Los Mangos, lugar de validación en San Cristóbal, ciudad cercana a la frontera
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