viernes
7 y 9
7 y 9
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, calificó este martes como un “golpe parlamentario de la Asamblea Nacional” la aprobación de un juicio político en su contra, bajo acusaciones de quebrar el orden constitucional, intensificando la crisis política en el país vecino.
“No vamos a permitir golpe parlamentario de ningún tipo, que lo sepa la derecha aquí y la derecha allá (en el extranjero)”, exclamó el jefe del Ejecutivo venezolano.
Frente a miles de chavistas que marcharon en Caracas para manifestarle su apoyo al actual gobierno venezolano, Maduro convocó a una reunión que se realizará este miércoles a las 11 de la mañana en el Consejo de Defensa de la Nación, con el fin de abordar la confrontación política que se ha intensificado en los últimos días.
Lea también: Parlamento de Venezuela aprueba juicio político contra Maduro
Además, explicó el Presidente de Venezuela, la reunión servirá para discutir el plan de diálogo para la paz, una reunión entre la oposición y el gobierno de Maduro que se celebraría el próximo domingo en la Isla Margarita, gracias a la intervención del Papa Francisco.
“Diálogo y más diálogo, que nadie venga a decir que se enteró por televisión. No mientan, todos están bien informados”, dijo Maduro ante la muchedumbre que lo aclamaba.
Maduro aprovechó el multitudinario público que llegó a recibirlo de su gira relámpago por Medio Oriente para acusar nuevamente a Estados Unidos de planear el derrocamiento de los gobiernos de izquierda en América Latina.
“Esto que estamos viendo ahora... yo solamente lo califico de una forma: esto es el coletazo de (Barack) Obama, porque Obama se va y antes de irse quiere hacerle daño a Venezuela”, aseveró.
La opción del diálogo, sin embargo, no parece ser la más viable para la oposición, que este martes citó al Presidente a comparecer ante la Asamblea como parte del procedimiento de juicio político.
La iniciativa fue aprobada en medio de reclamos airados de la bancada oficialista, que por primera vez en 17 años es minoría en el Congreso.
Le puede interesar: ¿Cuál es el futuro de Venezuela ante una crisis sin fondo?
La Asamblea aprobó “un documento que no tiene ninguna base legal, que no tiene ninguna base constitucional. Han querido abrir un juicio político contra el presidente, facultad que no tiene la Asamblea Nacional según nuestra constitución”, dijo el diputado Héctor Rodríguez, jefe de la bancada oficialista.
Pero Ramos Allup destacó que la violación de la constitución se manifiesta en el uso del Poder Judicial para “sostenerse en el poder” mediante “sentencias fraudulentas del Tribunal Supremo de Justicia”.
El máximo tribunal ha respaldado por decreto los poderes especiales para legislar de Maduro, ha limitado las funciones de control del Legislativo y ha declarado nula la mayoría de las leyes aprobadas por la Asamblea Nacional.
Por eso, a diferencia de lo que pasó en Brasil, donde hace dos meses la presidenta Dilma Rousseff fue destituida tras un juicio político, la medida de la Asamblea Nacional podría ser anulada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Así pues, buscando todos los resquicios legales para acortar el mandato de Maduro, la Asamblea evaluará la figura de “abandono del cargo”, argumentando que el presidente traicionó los designios para los que fue elegido, como respetar la Constitución, la democracia y buscar el bien común. Esa figura contempla la convocatoria a elecciones.
Siga leyendo: “Diálogo sincero en Venezuela” le pidió el Papa Francisco a Maduro
En paralelo la Asamblea investigará la “situación constitucional” de Maduro luego de que varios legisladores aseguraron tener pruebas de que el mandatario tiene la doble ciudadanía colombo-venezolana y por tanto está inhabilitado constitucionalmente para ejercer el máximo cargo del país.
“Si Maduro tiene la doble nacionalidad no tiene el derecho constitucional de gobernar a Venezuela”, dijo el diputado opositor Juan Miguel Matheus en la sesión de la Asamblea Nacional. “Sería uno de los grandes mentirosos de la historia y deberían activarse los mecanismos constitucionales para despojarlo del poder y convocar a nuevas elecciones”.
Desde que asumió en 2013 han circulado versiones infundadas y falsos documentos sobre el supuesto nacimiento de Maduro en la ciudad fronteriza de Cúcuta, en Colombia.
Las autoridades venezolanas descartaron esas acusaciones por infundadas.
La constitución establece que el presidente debe ser venezolano de nacimiento y no tener otras nacionalidades.