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Días de expectativa en Venezuela llegan a su fin hoy en las calles. La oposición prometió, en reiteradas ocasiones, “la madre de todas las marchas” y tiene, por tanto, la cita para demostrar que ahora cuenta con el respaldo popular en el país vecino. Pero más de tres semanas de protestas, disturbios y muertes, aunque confluyan aquí, no necesariamente van a llegar a su final.
La nación acentuó su crisis política y su polarización desde el pasado 30 de marzo, cuando el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), se creyó en condiciones de disolver el Legislativo y vulnerar por completo la separación de poderes al asumir sus funciones.
¿Qué tanto podrá aportar esta marcha en la búsqueda de salidas a la crisis venezolana? ¿Fracasará como algunas anteriores y el gobierno mantendrá su dictatorial control sobre las instituciones? EL COLOMBIANO abordó con expertos estos y otros interrogantes.
Como ocurrió en anteriores jornadas de protesta, el gobierno de Nicolás Maduro va a ordenar el cierre de por lo menos 27 estaciones del metro de Caracas, en parte por evitar desmanes, o, según como se vea, para frenar la movilización de la ciudadanía hacia las zonas céntricas de la capital.
De todas formas, con cualquier tipo de barreras policiales o burocráticas, la oposición intentará aglutinar la suficiente fuerza popular para que eso no sea impedimento, ni en Caracas, ni en Maracaibo, ni en Barquisimeto, ni en cualquier otra ciudad relevante del país.
Carlos Berrizbeitía, diputado a la Asamblea Nacional, anticipó a este diario más detalles de la marcha opositora:
“En la capital va a salir desde sectores diversos, que van de barrios populares hasta de la clase media. El motivo principal es pelear por el establecimiento de un calendario electoral, dejar en libertad a los presos políticos, la independencia de la Asamblea Nacional (AN) y el canal humanitario para medicinas y alimentos. Esperamos que mañana se desborden las calles en busca de una salida democrática, pacífica y electoral”, dijo.
“Ojalá que el gobierno, que ha utilizado en las últimas semanas la represión excesiva, no ataque una marcha pacífica que quiere llegar a la Defensoría del Pueblo para que esta actúe contra todas las violaciones a los derechos humanos en Venezuela”, agregó.
Si las calles venezolanas son un hervidero, por fuera de las fronteras del país la oposición ha logrado un frente fortalecido contra las arbitrariedades del régimen, y que ayer siguió dando de qué hablar.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, alertó en Twitter: “Vemos con seria preocupación la militarización de la sociedad venezolana. Un llamado a la cordura”.
Por su parte, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, denunció en un comunicado la fuerte represión que ha marcado las últimas semanas en el país: “las recientes acciones del régimen de repartir armas a civiles e instarlos a la confrontación constituyen una acción represiva homicida que incita a la violencia”.
¿Qué tanto ha logrado presionar la comunidad internacional? ¿Seguirá siendo una arista de la búsqueda de salidas? Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, no tiene dudas.
“Uno de los logros de la oposición ha sido voltear en el mundo la percepción que se tenía sobre el chavismo. Se ha probado que es un régimen de prácticas populistas y que restringe la democracia. Sin duda, el mundo estará observando lo que ocurra en Venezuela durante la marcha, y los medios de comunicación internacionales informarán atentamente si se producen hechos de represión”, afirmó.
Tal vez con temor de lo que pueda ocurrir hoy, el chavismo hizo el lunes un alarde militar con la Fuerza Armada, que dice estar “monolíticamente unida” con Nicolás Maduro, ante versiones sobre crecientes rupturas. Pero este fue más allá.
“He aprobado los planes para expandir la Milicia Nacional Bolivariana, durante este año, a 500.000 milicianos con todos sus equipos, y garantizar a través de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana un fusil para cada miliciano”.
¿Cómo interpretar estas palabras? Para Jesús Castillo Molleda, politólogo y docente de la Universidad del Zulia, “milicias siempre ha habido en el chavismo, solo que esta vez Maduro hace discurso con ellas, con el objetivo de atemorizar a los opositores”.
A falta de saber si tendrá un generalizado apoyo en las calles, la oposición mantuvo su llamado a la Fuerza Armada para proteger la democracia. ¿Qué papel tienen los militares en la Venezuela de hoy? “Son el eje estratégico del país en este momento. El gobierno muestra que están con él, mientras que la oposición está buscando su simpatía para lograr los cambios que busca. En este momento, la cúpula está con el gobierno, pero debe haber un proceso fuerte de inteligencia interna, porque en rangos medios podría no ser así”, concluyó Castillo.