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Hace ocho años, cuando se inició la estrategia clúster en Medellín, en el sector de la confección se calculaba iban a desaparecer unas 7.000 empresas que estaban dedicadas a la maquila.
El giro dado por la iniciativa hacia el diseño y la moda no impidió la desaparición de esas 7.000 sociedades, pero logró la creación de más de 12.000 firmas enfocadas en esas temáticas y, según cifras del vicealcalde de Desarrollo Económico Luis Felipe Hoyos Vieira, las empresas del clúster textil, confección, diseño y moda ocupan hoy a unas 124.000 personas en la ciudad.
Adicionalmente, se ha impulsado el desarrollo de nuevas industrias como las de las tecnologías de la información y las comunicaciones, que hace diez años no existían, comenta Jaime Echeverri, vicepresidente de Planeación de la Cámara de Comercio de Medellín, quien destaca como la estrategia ha logrado una articulación de los sectores público, privado y académico.
Pero la tarea apenas comienza, aunque la densidad empresarial en la ciudad pasó de 20 a 30 empresas por cada 100.000 habitantes, lo ideal sería llegar a 45 para alcanzar el nivel que tienen los países desarrollados, afirma Lina Vélez, presidenta Ejecutiva de la Cámara de Comercio, quien sugiere que en el futuro podrían conformarse otros clústeres en los sectores de alimentos, automotores o agroindustria.
Para Luz Eugenia Botero, directora del clúster textil, confección, diseño y moda, el primero en ser incorporado a esta estrategia, la transformación ha sido notoria.
“Hemos invertido más de quince mil millones de pesos en esas empresas y hay que sumarle lo que ellos han invertido en su competitividad, También hemos apoyado que su estrategia se centre en interpretar al consumidor final”, explica Botero.
Otro avance en ese negocio es que los empresarios han asimilado la estrategia y el cambio. “Teníamos empresarios que pensaban que seguir siendo manufactureros y dedicados a la maquila iban a ser sostenibles, pero hoy nada que ver y han modificado su modelo de negocio”.
En los retos para los próximos seis años, el gobierno local y el sector privado coinciden en que la estrategia clúster debe profundizar en los segmentos de mercado, integrar la agendas con Ruta N para fortalecer los negocios y consolidar el tejido empresarial.
“Los clústeres existen y lo que se necesita es una política pública como la que ha tenido Medellín durante los últimos ocho años y se debe animar a los empresarios a que sigan trabajando entre ellos en beneficio de la productividad de los diferentes sectores”, concluye la presidenta de la Cámara de Comercio.