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Las obras de protección y recuperación del río Negro, que concluyeron en diciembre, pasaron el primer examen y cerca de 20 mil personas de los sectores Las Playas, San Gerardo y El Porvenir, por fin vivieron una temporada invernal sin que este afluente se desbordara e inundara sus casas.
Esta situación, que históricamente ha sufrido el municipio de Rionegro, fue objeto de varios diagnósticos y de acuerdo con un estudio de la Universidad Nacional requirió la construcción de una barrera de 209 metros lineales, con un tablestacado traído de Bélgica, una tecnología muy utilizada en muelles y puertos, con la cual se protegió a las comunidades ribereñas del río Negro.
"Los trabajos quedaron excelentes, el tablestacado soportó hace 20 días una gran creciente y los niveles de agua del río no llegaron ni a la mitad de la barrera", aseguró Mario Manco , presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Las Playas.
Manco también destacó los trabajos del colector de aguas lluvias que se realizó paralelamente a las obras del río. La intervención abarcó cerca de 25 kilómetros del río, desde La Pica, un puente llegando a la Fe por la vía que va hacia El Retiro; hasta aguas abajo donde el río Negro cruza la autopista saliendo hacia Marinilla.
En las zonas donde estaba más densamente poblado con obras estructurales: el tablestacado, jarillones, gaviones y geoestera y, en la zona rural, una recuperación hidráulica del canal con dragado, con la reconformación de taludes y con ampliación de sesiones para acoger el caudal de un periodo de retorno como el que se venía presentando y que tuvo un importante impacto en 2011 (ver recuadro).
"Con esta intervención ahora se piensa es en que la gente le vuelva a dar la cara al río, por lo que se proyecta organizar botepaseos. Algunos ya han vuelto a la actividad de la pesca", expresó Javier Valencia , subdirector de Cornare.
El que sigue será un trabajo de sostenibilidad en el tiempo y de educación a la comunidad para crear conciencia entre la gente de no arrojar basuras ni objetos al río.
Esta labor ha sido destacada por comisiones que han venido de otros departamentos para conocer de primera mano todo lo que se está haciendo en obras de mitigación del riesgo.
El proyecto demandó una inversión cercana a los 10 mil millones de pesos, representados en las obras de dragado (2.000 millones de pesos), de tablestacado y construcción de colectores de aguas lluvias (3.700 millones de pesos) y el resto en planes de mejoramiento de los afluentes.