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No paran las sorpresas con el intercambio vial de la Inferior con Los Balsos, en el barrio El Poblado, de Medellín. Ahora resulta que los daños a terceros, el amparo más básico que tiene una obra pública o privada, no está contemplado en la póliza que el 17 de marzo de 2014 tomó el primer contratista constructor y que le aceptó la alcaldía de Aníbal Gaviria Correa, a través de su secretario de Infraestructura Física (SIF), Javier Darío Toro Zuluaga.
El gobierno de Federico Gutiérrez Zuluaga se enteró del hecho el pasado 22 de febrero de 2016. En esa fecha recibió una carta de Liberty Seguros S.A., en la que la aseguradora respondió a un reporte sobre los daños ocurridos durante la construcción del paso a desnivel en el cruce de la Inferior con Los Balsos.
La corredora de seguros del Municipio, Jargu S.A., le informó a Liberty Seguros que 20 viviendas habían resultado afectadas, algunas de ellas con agrietamientos, humedades, goteras y desprendimientos de revestimientos. La aseguradora contrató a AM Ajustadores, que tasó esos daños a las propiedades aledañas en 266 millones 198.902 pesos. Así mismo, se reportaron 4 daños a vehículos, que fueron valorados en 4 millones 388.241 pesos. Daños en redes de agua y gas subterráneos, generados por excavaciones con maquinaria, con un costo de reparación de 33 millones 90.335 pesos. Y un hurto, que los afectados atribuyeron a deficiencias en cerramiento y seguridad.
Amparada en el criterio del ajustador, y en otras consideraciones legales, Liberty Seguros objetó la reclamación. Su argumento central es que la póliza de responsabilidad civil extracontractual tomada por el primer constructor, la Unión Temporal Cruce Balsos, estableció como exclusiones las siguientes:
“Daños a propiedades adyacentes o estructuras existentes”. “Perjuicios provenientes de cimentación”. Y “daños a conducciones subterráneas”. Los daños a vehículos eran los únicos cubiertos, pero Liberty dijo que no cabía la indemnización, porque las pérdidas son absorbidas por el mínimo del deducible pactado.
Liberty le consultó al primer contratista, y este le echó la culpa al Municipio de Medellín, pues afirmó que “los diseños presentados por el contratante (o sea la SIF), no fueron los más acertados para el tipo de suelo y no se atendieron las recomendaciones de la Unión Temporal, siendo una de ellas, la del estudio y revisión de los diseños, estudios geotécnicos, niveles freáticos, forma de colocación de los anclajes, obras paralelas”.
En esa misma respuesta, con fecha 21 de abril de 2016, el contratista adujo que “esta clase de diseños produjo impacto sobre las edificaciones aledañas, los cuales fueron previamente advertidas por el contratista, según se dejó constancia escrita, lo que al final provocó los daños en predios aledaños”.
Dada la respuesta de la aseguradora, la SIF les envió el 8 de junio de 2016 cartas a los afectados, indicándoles que tienen dos opciones: hacerle directamente la reclamación a la aseguradora, en los términos que trae el Código de Comercio. O solicitar una conciliación prejudicial ante la Procuraduría, que en caso de prosperar generaría un soporte jurídico para que la Alcaldía pueda reconocer los daños.
Juan Manuel Ruiz, residente en el edificio Los Balsos, y uno de los afectados, señaló que no tenía conocimiento de este tema. Él es uno de los promotores de la declaratoria de ilegalidad del cobro de valorización en El Poblado -la cual ya está pagando- pero si eso no resulta, le suena la idea de la conciliación prejudicial.
Al enterarse de la novedad en materia de seguros, Darío Bustamante Ledesma, exdirector del antiguo Instituto de Valorización de Medellín (Inval), expresó que “me parece tan raro eso que me dices, que una póliza no cubra los daños a terceros. Ese es el amparo más elemental para una obra, pública o privada”.