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Impotencia, desánimo, aguante, algo de optimismo y mucha incertidumbre por los precios bajos de los precios del crudo, se llevaron en el corazón los cerca de 5.500 accionistas minoritarios que ayer acudieron a la asamblea anual que para varios fue la más triste de Ecopetrol desde su democratización en 2007.
Al salón de Corferias, en Bogotá, las sillas vacías delataron que llegaron 7.000 asistentes menos que en 2014. Era previsible: en tiempo de “vacas flacas” no hubo obsequio.
Otros tampoco no acudieron con el anuncio de un dividendo de solo 133 pesos y que se pagará en una sola cuota para accionistas minoritarios en junio próximo. En cambio, el Gobierno recibirá pagos escalonados sobre el 88,49 por ciento de propiedad de la Nación.
Luego vino la rendición de cuentas del presidente saliente, Javier Gutiérrez Pemberthy, quien se retira hoy, luego de 8 años en el cargo. Pese a la coyuntura de la industria, dio parte de tranquilidad: “Ecopetrol sigue sólida, con muchas oportunidades de crecimiento, cumpliendo sus compromisos e incrementando la producción”, dijo antes de aplausos y palabras de reconocimiento por su gestión.
Pero algunos de los 400.000 accionistas de a pie de la petrolera, pasaron aceite con la distribución del 70 por ciento de las utilidades, 42 por ciento menores a las de 2013.
Desde la señora que esperaba el dividendo en abril de sus mil acciones para poder ajustar el pago del predial, hasta el que compró 120 millones de pesos hace dos años y medio, cuando la acción estaba a 5.190 pesos y ese patrimonio le vale poco más de 40 millones.
Ese es el caso de Luis Eduardo Muñoz, quien no oculta su preocupación porque en la petrolera de mayoría estatal invirtió los ahorros que tenía: “Pensé que Ecopetrol iba a dar más, jamás me la imaginé así. Que se aprieten más el cinturón en gastos, que no dejen cambiar la iguana de la rentabilidad por el tigre de la corrupción”, comentó a EL COLOMBIANO refiriéndose al caso de los sobornos PetroTiger, en el que Ecopetrol ya tomó correctivos.
Y en la otra asamblea, la que transcurría en corrillos junto a las grecas de aromática y café, estaban pequeños accionistas que coinciden en una palabra: aguantar. Con el dividendo de este año, varios de ellos ya ajustaron 1.555 pesos, frente a la acción que compraron a 1.500 en la primera emisión de 2007.
“Esperemos que ese señor que llega (Juan Carlos Echeverry) haga la tarea tan bien como el señor que se va”, dijo Doris Vargas, antes de irse de una asamblea de caras tristes.
EN DEFINITIVA
Así como el Gobierno deja de percibir cuantiosos recursos en dividendos de parte de Ecopetrol, los cerca de 400.000 pequeños accionistas también sienten el efecto en sus finanzas.