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Empresas, emprendedores y científicos tratan por todos los medios de hacer que las industrias sean carbono neutro, pero alguien ya lo logró y no es una factoría. No, es algo más increíble.
Bután se convirtió en el primer país del mundo, y el único hasta ahora, en ser carbono neutro. Es decir, remueve más carbono de la atmósfera que el que produce.
Sí, esta pequeña nación, el Reino de Bután, al oriente de los Himalayas, con una superficie de 40.994 kilómetros cuadrados, menos de las ¾ partes de la antioqueña y cerca de 1 millón de pobladores.
¿Cómo lo lograron?
Todo comenzó desde el rey, Jigme Sngye Wangchuck, que desarrollo un novedoso modelo: el producto bruto de la felicidad, un esfuerzo por hacer del país uno de los más felices. A la vez, lo convirtió en el más verde, porque en los cuatro pilares de sus bases están el desarrollo sostenible, la protección ambiental, la preservación cultural y la buena gobernanza.
“Nuestros monarcas han trabajado sin desmayo para desarrollar nuestro país, balanceando cuidadosamente el crecimiento económico con el desarrollo social, la sostenibilidad ambiental y la preservación cultural, todo en un marco de buen gobierno”, de acuerdo con Tshering Tobgay, primer ministro en un foro en 2016, citado por el Foro Económico Mundial.
Entre las políticas verdes figuran:
Una ley de que el 60 % del territorio debe ser mantenido como bosque protegido. Hoy el país posee un 72 % de área verde y está prohibida la exportación de madera.
Mantiene un turismo de bajo impacto, con tarifas de desarrollo sostenible a los visitantes.
Tiene el récord mundial de más árboles plantados por hora.
Esto ha convertido a Bután en un sumidero de carbono: emite cerca de 1.5 millones de toneladas de carbono al año, pero sus bosques absorben más de 6 millones de toneladas, de acuerdo con Proudy Carbon Neutral.
Apunta hoy a tener 0 emisiones de gases de invernadero y cero desperdicios a 2030, así como al 100 % de producción de alimentos orgánicos a 2020.
En el país tampoco prima el uso del vehículo particular, pero todos serán eléctricos gracias a un convenio con la Nissan para proveer cientos de autos eléctricos en un comienzo, miles luego.
Fuera de esto, aumenta el uso de energías renovables para depender menos de la hidroelectricidad, desarrollando proyectos de energía eólica, solar y biogás.