viernes
7 y 9
7 y 9
El científico Martin Surbeck, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania, pasó largas temporadas con bonobos salvajes (también llamado chimpancé pigmeo, una de las dos especies que componen el género de los chimpancés) de la República Democrática del Congo hasta que un día empezó a hacer unas observaciones “extrañas (así las califica). Había hembras que se comportaban como machos durante la competencia por las hembras”, señala el primatólogo.
Esas hembras luchaban contra los machos que intentaban copular y les agredían cuando estos intentaban interferir en el apareamiento de otros machos. “Me pregunté por qué se metían en los asuntos de otros y cuando descubrimos que genéticamente eran madres de hijos adultos, tuvo más sentido”, confiesa.
En el estudio, publicado en la revista Current Biology, el equipo internacional de científicos muestra por primera vez que las madres bonobas toman medidas de manera activa para asegurarse de que sus hijos machos se conviertan en padres y ellas en abuelas. Para ello, adoptan diferentes comportamientos, como acercar a sus hijos a las hembras que ovulan.
“Nos sorprendió ver que las madres tienen una influencia tan fuerte y directa en el número de nietos que reciben”, indica Surbeck. Estas hembras utilizan su estatus en la sociedad de los bonobos para que sus hijos tengan acceso a lugares populares dentro de los grupos, ayudarles a alcanzar un estatus más alto y, por tanto, mejores oportunidades de apareamiento.
Qué más encontraron
Los científicos además observaron que esta asistencia no se produce de madres a hijas. Estas no reciben la ayuda de sus progenitoras ni en el momento de la reproducción ni en la crianza de la prole. La explicación es sencilla: “Las hijas normalmente se dispersan de la comunidad nativa antes de reproducirse”, diceSurbeck. Las pocas hijas que se quedan en el grupo de origen no reciben apoyo, de acuerdo con las observaciones de los biólogos.
El equipo de investigación pretende ahora entender mejor los beneficios que estos comportamientos confieren a las madres bonobo. Los científicos explican que podría tratarse de una prolongación indirecta de sus genes. “Estas hembras han encontrado una manera de aumentar su éxito reproductivo sin tener más descendencia”, concluye el autor.