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Así afectó el paro en Buenaventura al santuario de flora y fauna Malpelo

La decisión de extender la reserva quedó sujeta a mesa de diálogo entre Gobierno y líderes de las protestas.

  • Malpelo es la novena área marina protegida más grande del mundo. En sus alrededores pueden observarse concentraciones de cerca de 300 tiburones martillo. Es patrimonio mundial natural. FOTO colprensa
    Malpelo es la novena área marina protegida más grande del mundo. En sus alrededores pueden observarse concentraciones de cerca de 300 tiburones martillo. Es patrimonio mundial natural. FOTO colprensa
29 de junio de 2017
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La ampliación del santuario de Malpelo está en espera. Aunque desde septiembre de 2016 el presidente Juan Manuel Santos la anunció, a los pescadores de la región no los convence. Por eso, en los puntos de negociación del paro que se dio durante 20 días en Buenaventura, fue uno de los puntos que quedó planteado.

La promesa del presidente Santos, justo hace 10 meses, fue ambiciosa: “Vamos a ampliar cuatro veces el área protegida. Pasará de 6.763 kilómetros cuadrados a 27.000”, pero ahora parece difícil de cumplir.

¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué hoy no hay nada concreto? ¿Por qué es importante su ampliación? El asunto de fondo es que, más allá del interés del Gobierno de extender el santuario de fauna, esta decisión quedó condicionada a lo que resuelva la mesa de negociaciones que instaló el Gobierno en Buenaventura. Por ahora, no hay avances.

Narciso Rosero, vocero y líder del paro cívico, confirmó que el aumento de la zona de reserva está planteada y en revisión. “El aumento del territorio de Malpelo impide la pesca artesanal. No estamos hablando de capturar tiburones. Además, en la zona que buscan ampliar hay unos bancos de cardúmenes que son claves para nosotros”, dijo Rosero. También destacó que con esta decisión se impediría el tránsito de barcos de cabotaje y eso elevaría los costos de combustible, de los alimentos y del transporte.

Por esa razón la ampliación de Malpelo, subrayó, no le ayudaría al desarrollo ni del país ni al de Buenaventura.

Hernán Valencia, líder de la mesa ambiental de los acuerdos, también confirmó que Malpelo sí quedó como pendiente para revisión. “Vamos a considerar la posibilidad de extender la reserva, pero también desde su aprovechamiento. Este es un problema grave para nosotros, ya que en Buenaventura lo que más genera empleo no es el sector portuario, sino la pesca. Las dudas no son solo con Malpelo, son con todos los parques naturales. Por eso hemos pedido que se verifique, puntualmente, su aprovechamiento”.

Sandra Bessudo, directora de la Fundación Malpelo, le dijo a EL COLOMBIANO que no sabia que el santuario había quedado en los acuerdos del paro. Sin embargo, señaló que es bueno abrir el debate para que se comprenda el alcance de la propuesta. “Considero que cualquier cambio que involucre a las comunidades es bueno hablarlo, explicarlo, que las partes entiendan y que se revisen cuáles son las bondades de la ampliación”.

Un asunto que para Bessudo no es de inmediatez, sino que es una propuesta que hay que pensarla a futuro. “Yo entiendo que la comunidad puede sentir que se les está quitando espacio, pero hay que explicarles que hay zonas que son importantes de proteger. Malpelo es un lugar de reproducción, donde el efecto de la pesca, como se está haciendo, no es sostenible”.

El área marina que se busca quede declarada como protegida, explicó Bessudo, no se práctica la pesca artesanal. “Esta es una zona bastante alejada de la costa, lo que se hace ahí es pesca industrial y semi industrial. Estamos hablando de miles de toneladas. Insisto, esto no es pesca artesanal”.

Diálogo abierto

El ministro de Ambiente Luis Gilberto Murillo dijo que el Gobierno continúa con el propósito de ampliar Malpelo, pero al igual como lo planteó Bessudo, está abierto el espacio para hablarlo con las comunidades.

“En este momento la discusión que tenemos es mirar cuál sería el área. El país tiene 16 áreas marinas las cuales suman 7,97 millones de hectáreas, que corresponden al 8,59% del territorio marino. Nuestra meta es llegar al 13%”.

En ese sentido, agregó que el tema se ha discutido en Buenaventura con los pescadores artesanales e industriales, ya que tienen una preocupación porque la zona que se busca proteger concentra bancos de atunes. “Su pedido es que cierta área se deje para aprovechamiento industrial. Nos comprometimos con la Gobernación del Valle a hacer una mesa de trabajo con los pescadores y ahí les presentaremos la propuesta. Quiero llegar a algún acuerdo que no viole los estándares ambientales. Queremos escuchar a los comunidades” .

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