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Veinte familias seleccionadas entre aquellas que residen en la cuenca del embalse Riogrande 2, que aporta buena parte del agua que consume el norte del Valle de Aburrá, tendrán una alternativa de ingresos en el cuidado del medio ambiente.
En esta cuenca hidrográfica, fundamental para la vida en Bello y gran parte de Medellín, se ubica el programa piloto para Colombia del proyecto Eco Cuencas, iniciativa apoyada por la Unión Europea (UE) en Suramérica con el propósito de mejorar el manejo que se da a las cuencas hidrográficas.
La directora de la Corporación Cuenca Verde, María Claudia de la Ossa, organización encargada del programa en el país, explica que para su implementación en la cuenca de Riogrande II hay un presupuesto de 454.200 euros; 264.200 de parte de la UE y 190.000 que aporta EPM.
Durante el piloto se pagará a 20 familias de bajos recursos, con predios en la cuenca del embalse; bosques de ribera y reductos boscosos conservados, mediante un esquema que corresponda a labores en favor del medio ambiente, la calidad del agua y la retención de sedimentos.
“Estamos próximos a iniciar la caracterización para hacer la selección a partir de 200 familias inscritas”, señaló.
El trabajo comenzó en diciembre de 2014 y está programado para ejecutarse a lo largo de tres años.
Representantes de la Comisión Europea y la Oficina Internacional del Agua visitaron el pasado 10 de julio predios de la cuenca del embalse en el municipio de Belmira.
Según documentos del Gobierno de Francia, cuya Oficina Internacional del Agua es coordinadora general del programa, se seleccionaron tres cuencas, consideradas como críticas en términos de impacto del cambio climático, aunque necesiten reforzar sus sistemas para financiar acciones para su adaptación: la Cuenca de Piracicaba, Capivari, Jundiaí (Brasil), la Cuenca del Chira-Catamayo (Perú y Ecuador) y la Cuenca del Embalse Riogrande 2 (Colombia).
El proyecto, al cual se dedican en total 2,5 millones de euros (aportados por la UE en un 75 por ciento con el complemento de los socios involucrados), busca aumentar la capacidad para mantener los recursos hídricos frente a las consecuencias del cambio climático y favorecer condiciones de sostenibilidad a partir del desarrollo de mecanismos redistributivos de la riqueza generada a partir del aprovechamiento de la naturaleza.
La iniciativa la contempla la estrategia Waterclima, de la UE para Latinoamérica .