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Encontrar gasolina por debajo de 8.000 pesos en las estaciones de servicio de la capital antioqueña se volvió algo imposible con el nuevo incremento de 134,84 pesos que hizo para julio el Ministerio de Minas y Energía en el galón de gasolina corriente, al quedar con un precio sugerido de 8.135,96 pesos.
Si bien hay libertad vigilada para las estaciones, estas no tienen mucho margen de maniobra porque sus costos fijos se mantienen, manejan una utilidad promedio de 625 pesos pero al tener que comprar un combustible más caro, se les baja la utilidad.
Con el reajuste, el galón de Acpm quedó para Medellín en 7.960,15 pesos, explicado en su totalidad “por el aumento en los precios del biocombustible, mientras que el alza en la gasolina se debe a la tendencia creciente que han presentado los precios internacionales de los combustibles, y al aumento de la tasa representativa del mercado”, según el Gobierno.
Juan Fernando Prieto Vanegas, director ejecutivo de AES Colombia, manifestó que “la felicidad de tener unos precios bajos se nos acabó, ahora sí llegó el fin de este periodo pero con precios del petróleo que siguen bajos”.
Por su parte, el presidente Ejecutivo de Colfecar, Juan Carlos Rodríguez Muñoz, dijo que el aumento afectará aún más la canasta de costos de los transportadores que hoy pesa un 33 por ciento y “que es grave que el Gobierno esté equiparando el precio del Acpm con el de gasolina, cuando antes incentivaba su uso en vehículos de carga pero ahora lo quiera desestimular”.