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El bagaje de 32 años ocupando diferentes posiciones y áreas de la organización empresarial se le nota. Solo hace dos meses asumió la presidencia del Grupo Argos y habla con propiedad y fluidez de cualquiera de los negocios estratégicos de la holding: cementos, energía, concesiones, puestos y desarrollo urbano e inmobiliario.
Jorge Mario Velásquez, acaba de presentar resultados financieros correspondientes al primer trimestre de este año y son más que satisfactorios. Insiste en que las cifras son producto de una gestión que se viene ejecutando desde hace varios años y que lo ideal es “seguir construyendo sobre lo construido”.
En ese contexto, sabe que debe seguir sembrando para que los frutos sean iguales o superiores a los observados en la primera parte de este 2016 y confía en que sean favorables los crecimientos y dinámicas de los negocios en los 18 países en los que se mueve la holding de infraestructura.
Con actividades consolidadas con la filial Cementos Argos, el empresario apuesta por sacarle mayor provecho, vía transformación, al sector de energía de Celsia, y a capitalizar las oportunidades que ofrece el desarrollo de vías, soluciones inmobiliarias y portuaria en Colombia y Latinoamérica con Odinsa, Situm y Compas. Así respondió el jueves pasado, en su primera entrevista medios como presidente de Grupo Argos:
¿Cómo le fue con el cambio de oficina, de Cementos Argos a Grupo Argos?
“(Risas) Ha sido un cambio maravilloso en todos los sentidos, y la verdad, no lo he sentido ni en lo profesional ni en lo personal. Recibí una organización magnífica que no solo participa en unos negocios con enorme futuro y fortaleza, sino que posee un equipo humano increíble”.
Con una estrategia tan clara como la que tiene el Grupo, ¿a qué puerto lo llevará?
“Seguiremos trabajando en las metas grandes y ambiciosas (megas) que cada una de las compañías subsidiarias se han trazado. Pensamos seguir creciendo con adquisiciones selectivas, tenemos una plataforma regional en la que queremos jugar. Pero sueño a Argos como una organización líder en las Américas en los negocios conectados por la infraestructura”.
Usted le dejó una meta muy alta a Cementos Argos, 15.000 millones de dólares en ventas a 2025, ¿cuál es el número para el Grupo?
“No me quiero anticipar a poner metas numéricas. Lo que hay que hacer es un trabajo de homologación de las megas de las filiales, que están en momentos diferentes. Lo que veo es un sector dinámico creciendo por encima del crecimiento de los países y una década potente por las necesidades de inversión en infraestructura de la región”.
Su antecesor en el Grupo, José Alberto Vélez, aseguraba que el negocio de energía de Celsia se está transformando, ¿lo ve así?
“En esta empresa se está avanzando enormemente en innovación del modelo de negocio. Ya hay más de 50 megavatios de energía solar cotizada y lista para instalar en Colombia y ese es un avance importante hacia las energía renovables”.
¿Qué tan ambiciosa es esa apuesta?
“Mucho. Estamos avanzando en estructurar proyectos como granjas solares y parques eólicos en Colombia y Costa Rica. Esas tendencias constituyen la reinvención de un negocio, que nos permitirá acercar al consumidor a las energías renovables y a modelos disrruptivos en la oferta de este servicio”.
¿Qué se ha decidido sobre la construcción de la central hidroeléctrica Porvenir II, en el Oriente antioqueño?
“Se avanza en aspectos como la estructuración y la ingeniería que requiere. El proyecto ya tiene licencia ambiental y lo que hacemos ahora es definir el esquema y la estructura societaria y financiera con las que se puede desarrollar. Es una iniciativa cuyos principales indicadores son todos favorables, por ejemplo, el área de inundación de la presa es ocho veces menor que cualquier otro proyecto comparable. En lo ambiental es ideal y desde la eficiencia, la inversión por kilovatio instalado es muy interesante”.
Pero, ¿la junta directiva ya le dio luz verde?
“No. No hemos arrancado aún porque queremos tener consolidado el proyecto en todos los asuntos: sociales, ambientales, técnicos, presupuestales, de cierre financiero y mirar alternativas para iniciar”.
¿Celsia lo ejecutaría individualmente o saldría a buscar un socio?
“No hemos descartado ninguno de los esquemas. Es posible que invitemos socios a participar en ese proyecto”.
En la agenda de Celsia, ¿el proyecto estará para el corto o mediano plazo?
“Lo definiremos tan pronto tengamos en la mesa todos los elementos que permitan saber la estructura societaria y técnica que tendrá. Tomaremos una decisión, seguramente, en el transcurso del año. Avanzamos ahora en otros negocios”.
¿Cuáles otros negocios?
“Más cercanos al cliente, más de manejo de la energía eléctrica con un componente de bienestar y cercanía al usuario. Energía de respaldo, circuitos internos, parques para el manejo de frío. Son varios sectores en los que tenemos estudios y los estamos validando”.
Ahora, ¿cómo se está incorporando Odinsa, recién llegada al Grupo?
“Esta es una apuesta regional en infraestructura. La empresa ha avanzado en la estructuración del cierre financiero de Pacífico 2, así como en la estructuración de la Alianza Público Privada (APP) de los Llanos y en la consolidación de los resultados en las concesiones aeroportuarias de Quito (Ecuador) y Eldorado (Bogotá). Este último negocio nos llama poderosamente la atención, pues los aumentos de tráfico son crecientes, a doble dígito. Por eso, Odinsa debe convertirse en un actor importante de concesiones. Solo en Colombia, al sumar proyectos APP, las tres olas de cuarta generación más la contratación directa de obras públicas del Estado, hablamos de unos 79 billones de pesos, suficientemente para encontrar espacios de participación”.
¿Qué pasará con los activos de energía en Chile y Panamá que tiene Odinsa?
“Estamos mirando y evaluando. Por transparencia y gobierno corporativo Odinsa sacará al mercado de manera abierta la venta de esos activos y se decidió que Celsia no participe en la enajenación de esos complejos de generación”.
¿Hacia dónde orientará su ruta Compas en puertos?
“Esa es una empresa que además de los puertos que tiene en Colombia opera un puerto en Estados Unidos y otro en Panamá, que no son de su propiedad. Aquí tiene varios proyectos de expansión: una terminal de carga en Aguadulce, Buenaventura, donde invierte 200 millones de dólares y está complementando la terminal de contenedores en Cartagena, en asocio con APM Terminals, por otros 200 millones de dólares. También está ampliando el puerto de Tolú y construyó una plataforma de anclaje en Barranquilla”.
¿Y cómo va la alianza con Conconcreto (Pactia)?
“Tiene cinco líneas de negocio: oficinas, centros comerciales, hotelería, parques industriales y minialmacenamientos. En la actualidad, Pactia tiene 430 mil metros cuadrados de área alquilable y ejecuta un plan para llegar a los 700 mil metros cuadrados en tres años. También se exploran las cadenas de frío, con lo que se busca desarrollar bodegas para proveer el servicio inmobiliario y de alquiler a empresas que lo requieran”.