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La difícil coyuntura para la industria aeronáutica, de alta devaluación del peso frente al dólar, menos demanda y desaceleración económica en la región, no restan alas al nuevo negocio de Avianca y que despunta en el aeropuerto José María Córdova, en Rionegro.
Se trata del Centro de Mantenimiento Técnico (MRO, por sus siglas en inglés) que se inaugura hoy con el presidente Juan Manuel Santos. En su infraestructura ya se invirtieron 50 millones de dólares y sumará otros 40 millones en el próximo año.
En lo que se supondría como el taller de alta tecnología para reparaciones en la flota de 186 aeronaves de Avianca, también se abrirán líneas de producción para servir a otras aerolíneas y se fabricarán piezas, que van desde sillas de avión hasta repuestos plásticos.
Luego de cinco meses como presidente de la segunda aerolínea más robusta de América Latina, Hernán Rincón Lema habló ayer con EL COLOMBIANO.
Quien trabajara por 25 años en Estados Unidos en empresas de tecnología (Unisys y Microsoft), hoy emplea la terminología aeronáutica como si llevara mucho tiempo entre cabinas, frecuencias, ATR, 787 y 320, entre otras referencias de aviones.
“No tengo horarios, no sé si sea bueno o malo, pero me metí con todo en esta industria y llevo cinco meses que han parecido cinco años”, comenta el ejecutivo, que de no levantar vuelo en su carrera empresarial habría echado raíces como investigador en una universidad (Dicen de...)
Rincón Lema habló con este diario sobre en el MRO, su impacto en nuevos empleos para el Oriente antioqueño, así como de sus planes para una empresa que, asegura, “no está en venta”.
Si tuvieron otras opciones como Bogotá, Barranquilla, Cali, ¿por qué se decidieron por Rionegro para esta base de Avianca?
“Hubo un estudio profundo de muchos factores como mano de obra, calidad de medio ambiente, disposición de autoridades, disponibilidad de centros académicos, estímulos tributarios, entre otros. La competencia fue dura y al final hubo tres razones que nos inclinaron por Rionegro: la actitud de las autoridades paisas que nos convencieron de que era la mejor opción; segundo, un aeropuerto grande con mucha capacidad, lo que facilitaba las cosas; y ya teníamos acá la base de la flota de carga (antigua Tampa), lo que daba economías de escala. Además nuestro personal está feliz viviendo aquí y ahora ya son embajadores paisas”.
¿Qué gana Avianca con este nuevo centro aeronáutico?
“Tener un servicio técnico de clase mundial y consolidar la capacidad técnica, que garantiza el servicio seguro de nuestros aviones. De hecho, Boeing nos ha certificado como los mejores en el mantenimiento del 787. También centraliza el mantenimiento y se recupera la capacidad propia de hacerlo, que se vio excedida con el crecimiento de los últimos años. Y, en tercer lugar, darle servicio a otras aerolíneas con dos etapas más. Este centro se complementa con otro de excelencia operacional, en Bogotá, donde se entrenan en simuladores a pilotos y a auxiliares de vuelo, así como al resto de personal en otros temas”.
¿Cuándo se ampliará este centro de mantenimiento?
“El año entrante en dos etapas, cada una con una inversión cercana a los 20 millones de dólares, luego de que ya invertimos 50 millones en esta infraestructura”.
¿Cómo es el trabajo con el Sena para formar mano de obra ?
“Tenemos una alianza con el Sena para proveer desde aquí a profesionales en ingeniería aeronáutica para el resto de América. Estamos contratando 300 personas localmente que han estudiado ingenierías y mecánica. Ya trajimos unas 600 personas, principalmente de Bogotá y Barranquilla. La idea es que a dos años tengamos acá 1.800 personas, una vez se dé la ampliación. Además esto beneficia a proveedores de comida, transporte y otros servicios locales”.
¿Con el MRO está despuntando una nueva línea de negocio para la aerolínea?
“Claro, es un negocio importante. Pero, más que eso, nuestra ambición de largo plazo es que desde Avianca llevemos a Colombia a ser un centro de excelencia aeronáutica para las Américas. Por eso estamos abriendo nuestras facilidades a otras aerolíneas, aquí y con nuestro centro de entrenamiento, en Bogotá”.
¿Se piensa aprovechar la capacidad instalada para fabricar piezas?
“Claro que sí, tenemos una ventaja competitiva en precio y calidad. Por ejemplo, hay un taller donde se reparan, mantienen y mejoran todas las sillas de los aviones, desde la de un piloto hasta la de un pasajero. Ya hay unos productos plásticos que podemos producir y dos compañías muy grandes están interesadas en que les proveamos piezas que requieren”.
¿Qué significará en ahorros este centro de mantenimiento para Avianca?
“El ahorro en costos técnicos es de 30 % anual, sumado a los ingresos incrementales de cuando vendamos servicios a terceros, de otra manera, no invertiríamos 90 millones de dólares”.
Y también liberará caja a Avianca, ¿qué hará con ella?
“La mayor inversión está en aviones para tener una flota con una edad promedio de 5,5 años, de las más jóvenes del mundo. En lo que no hemos invertido es en tecnología diferente a la aviónica. Haremos más en sistemas de información gerencial, en mejorar la experiencia del cliente en Avianca.com y en la app (aplicación móvil). Esto es para mejorar la productividad de nuestros empleados y el servicio al cliente”.
Pero eso ocurre en un escenario de desaceleración de la economía, un impacto por la devaluación de monedas de la región frente al dólar, menor demanda de vuelos internacionales y con gran parte de los gastos y la financiación en dólares, ¿cómo maniobrará para lograr hacer esas inversiones?
“Estamos tomando medidas de ajuste de costos y teniendo mejoras en productividad y eficiencia y estamos buscando un socio estratégico de industria, que no quiere decir que se esté vendiendo Avianca”.
¿Para que sería ese socio?
“Para ampliar unas redes de cubrimiento mayores, coordinar rutas, itinerarios y dar igual servicio a los pasajeros de Avianca como a los de ese socio, desde cosas tan sencillas como chequear la maleta y solo reclamarla en el destino final”.
¿Tal alianza implicará que ese socio capitalice a Avianca?
“Estamos dispuestos a escuchar la propuesta, pero no es un requerimiento. Vamos bien, acorde al plan original trazado y esperamos buenas noticias en el futuro (...). Con la llegada de ese socio estratégico internacional se demostrará la confianza de una empresa de talla mundial en Avianca como su aliado para América Latina”.
Mientras tanto han tenido que renegociar la compra de aviones...
“Solo hemos postergado parcialmente un contrato de unos 320 y 321 (Airbus), que reemplazarían aviones relativamente jóvenes, al darse una caída de la demanda y bajar los precios de la gasolina. Hay que tener claro se compran aviones nuevos buscando economías y mejor tecnología. Seguimos igual con el contrato con Boeing, acaba de llegar el noveno avión y vendrán seis más hasta 2018, con lo cual podremos atender mejor las rutas de más de cinco horas y con una mejor experiencia de viaje”.
¿Se restringirán rutas o frecuencias?
“No, estamos creciendo con más cautela (...). Ahora hemos agregado más frecuencias semanales a rutas conocidas, como Santiago, Madrid, Río de Janeiro, entre otros destinos”.
¿Cómo hará para mejorar el perfil de deuda de Avianca y ser, incluso, más atractivo para un potencial aliado?
“El 95 % de nuestra deuda son aviones, pero traeremos más, y si hay que endeudarse para hacerlo, se hará, pues es el negocio y para eso trabajamos con las empresas de leasing especializadas más grandes del mundo. Al mismo tiempo, seguiremos reduciendo costos y eliminando duplicidades que quedaron del proceso de fusión de Avianca y Taca. Estamos trabajando con todos los bancos en nuestras financiaciones, les hemos compartido nuestro plan a 2 años y están todos tranquilos”.
Frente a los rumores de venta en el mercado, ¿cuál es la respuesta que da?
“La junta directiva y la administración de Avianca tenemos confianza en el plan de vuelo que tiene la compañía. Que estamos pasando por un momento difícil de la economía latinoamericana y global, sí, que la demanda ha caído, también, pero eso no es obstáculo para el largo plazo, ahora debemos sortear el corto plazo”.
Con su experiencia en el negocio tecnológico, ¿a dónde quiere llevar a Avianca?
“El centro de nuestro negocio no son los aviones, sino los clientes. Hemos creado una vicepresidencia de Experiencia del Cliente para que la mejore en todos su detalles, apoyados en tecnología para tener mayor excelencia operacional. Por ejemplo, ya atender un percance de un viajero no se trata como un incidente, sino que se habla de una crisis, que puede ser pequeña para Avianca, pero que es grande para el pasajero. Acabamos de firmar una alianza con Amadeus, el software central que dispone todos los vuelos del mundo, para entregar al cliente mejor información que le permita tomar una decisión inteligente, no solo por precio. También estamos invirtiendo en carga, De Prisa, en el programa de viajero frecuente, para tener una empresa mas balanceada”.
¿Los aeropuertos colombianos están respondiendo al crecimiento del sector?
“Constructivamente digo que hoy mi mayor dolor de cabeza operativo son los aeropuertos. La mitad están en construcción, empezando por Bogotá y Rionegro, lo que dificulta el servicio al cliente. Además todos son insuficientes en infraestructura para la demanda. En solo Bogotá, Avianca tiene tres aeropuertos: el doméstico, el internacional y el remoto, y a nadie le gusta bajarse del avión a coger un bus. Además hay problemas en pistas como la de San Andrés, y eso lo siente el pasajero, el piloto y el mismo avión”.
¿Cuál es la expectativa de Avianca frente a una reforma tributaria que puede afectar sus utilidades, vía impuestos directos e indirectos?
“Tenemos cautela nerviosa. Todos sabemos que se necesita la reforma tributaria, el asunto no es el qué, sino el cómo. Esperamos que el Gobierno sea inteligente en su propuesta y confiamos en que lo haga bien”.
¿Llegó la hora de que no se grave montar en avión en Colombia como si fuera un servicio suntuario?
“En los últimos años ha sido extraordinaria la democratización de este servicio por temas de negocios y recreación. Poca gente sabe que hay 34 vuelos diarios Medellín-Bogotá, son 68 frecuencias. Eso se podría continuar, evaluando bien qué impuestos se cobran, pues es una necesidad de las empresas y de las familias”.
Luego de la firma del Acuerdo entre Gobierno y Farc, ¿cómo aportará Avianca al posconflicto?
“ProColombia (entidad de promoción de Gobierno) es optimista con el impacto que tendrá en turismo y estaremos encantados en ser aliados y trabajar con las autoridades aeronáuticas de Colombia y de Europa para mejorar las frecuencias y sumar más tráfico al país, que es bueno para Colombia y Avianca.
Por último, ¿por qué decidió aceptar la presidencia de Avianca, cuando no era un sector que conocía?
“No estaba en mis planes, me llamaron de Korn Ferry (firma cazatalentos). Fue atractivo para mí por conocer una industria nueva. En principio dije que no era la persona indicada, pero un miembro de la junta y de los mayores accionistas de la compañía me dijo que su sueño era que Avianca llegue a ser una empresa de tecnología que vuela aviones. Entonces, ahí entendí que sí podíamos conversar y aquí estoy”.