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Las más recientes estimaciones del Banco Mundial (BM) señalan que la economía de América Latina y El Caribe observará una contracción del 1,3 % en 2016, tras una disminución del 0,7 % en 2015.
Así las cosas, será la primera vez en más de 30 años que se registre una recesión en dos años consecutivos. No obstante, el BM prevé que la economía comenzará a crecer nuevamente en 2017, pues cobrará impulso en forma gradual hasta llegar a una expansión que ronde 2 % en 2018.
En la pasada cita para la región del Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés), Anabel González, directora del Departamento de Prácticas Mundiales de Comercio y Competitividad del BM, planteó algunos movimientos que serán clave para el mejor desempeño de la región en los próximos años.
En diálogo con EL COLOMBIANO, González mencionó que esos cambios están asociados a la mutación que observará Colombia en un escenario de paz, a la incorporación de Argentina y Cuba a la economía del hemisferio y a las necesarias transformaciones que deberán ocurrir en Brasil y Venezuela.
¿Cuál considera que debe ser el cambio más marcado que debe sufrir la región?
“Creo que tiene que ser el convencimiento de que hay que buscar nuevos senderos para el crecimiento. Un crecimiento inclusivo y sostenible, y esos nuevos caminos pasan por la diversificación económica, por la mejora en la competitividad, el incremento de la productividad, y por el papel de la innovación”.
Usted es una defensora de la integración comercial, ¿qué pasa cuando en Europa está por definirse si Gran Bretaña se mantiene o no en la Unión Europea?
“En estos momentos hay discusiones importantes que tiene que ver con el comercio y otros factores. Lo importante es tener presente que el comercio tiene un impacto positivo en el crecimiento y en la reducción de la pobreza. Los países deben trabajar en el fomento del comercio y de las políticas complementarias que permiten materializar las oportunidades. También se debe continuar el trabajo para advertir de los riesgos del aislacionismo, que no ha sido la ruta idónea para el desarrollo. La integración ha sido positiva y este es el momento reiterar los beneficios de esa figura”.
¿Cómo promover esa integración en Latinoamérica?
“Hay una oportunidad interesante: la participación en las cadenas regionales y globales de valor. Pocos países latinoamericanos están integrados en esas cadenas, a no ser para suplir materias primas, pero en las etapas más elaboradas de los procesos productivos los países no están presentes. En Suramérica es muy importante trabajar en esta dirección. Hoy no se trata de producir un producto completo, hay ventajas en algunas tareas y así algo se puede empezar a producir en una parte, en la otra se le pueden agregar algunos componentes y en otro sitio se puede hacer el ensamble final”.
Pero, ¿serán posibles buenos resultados en un momento de debilidad del comercio en la región?
“Esa debilidad corresponde a factores cíclicos y estructurales: el comercio crece menos, porque la economía global crece menos y hay aspectos como la caída en los precios de las materias primas. También está la transición de China hacia una economía basada en consumo y servicios y menos en inversión”.
¿Y los estructurales?
“Podemos mencionar los cambios en los sistemas de producción y la maduración de las cadenas globales de valor. Esto significa que los países deben acometer esfuerzos mayores para adoptar políticas que promuevan el crecimiento del comercio. Es el caso de la Alianza del Pacífico, alternativa que busca generar oportunidades de inversión y comercio e incluso para atraer a ella a otros países”.
Desde su óptica, ¿qué efecto puede generar en América Latina la firma del acuerdo de paz en Colombia?
“La pacificación de Colombia es uno de los elementos más importantes para fortalecer la confianza en el país y para promover mayor inversión. La expectativa es muy positiva y esos acuerdos pueden llevar al mejoramiento de la productividad, al permitir que casi ocho millones de personas que están hoy como desplazadas puedan regresar a sus tierras con la posibilidad de insertarse en distintas actividades económicas”.
Expertos del WEF, celebrado en Medellín, sostienen que la economía de Brasil parece haber ya tocado fondo, y que puede encontrar la manera de volver a recuperarse y subir, ¿lo cree así?
“En efecto, hemos visto una situación muy compleja en Brasil y estamos empezando a ver la adopción de unas medidas importantes. Creo que va a tomar un tiempo y en el BM estamos trabajando de cerca con Brasil en aspectos como la innovación y el comercio. Esperamos avanzar en esas tareas para contribuir en el mejoramiento pronto de la economía brasileña”.
También se apuesta por un gran cambio en Venezuela...
“En este momento ese país atraviesa una crisis muy profunda y pareciera que, en efecto, algunos cambios que podrían darse en el futuro ayudarían a contribuir a paliar esa situación”.
¿Qué podrán aportar al mejor desempeño económico latinoamericano Argentina y Cuba?
“El gobierno argentino viene adoptando medidas para reinsertarse en la economía global, tanto en atención de la deuda como en la eliminación de restricción a la exportación y en su incorporación como observador en la Alianza del Pacífico. Todo esto contribuirá a los fundamentos macroeconómicos de ese país, aunque esto tomará algún tiempo y repercutirán en las mejores condiciones de competitividad de Argentina. En el caso cubano, no he tenido la oportunidad de estudiar factores para saber qué pasará”.