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En 3,1 por ciento fijó el Grupo Bancolombia el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que observará el país al cierre de este año, cifra inferior al 3,4 por ciento que había vaticinado meses antes.
No obstante, los investigadores económicos de ese establecimiento financiero advirtieron que en un escenario bajista el crecimiento en 2015 y 2016 podría alcanzar 2,6 por ciento y 2,4 por ciento, respectivamente, debido a la posibilidad de que el precio del petróleo permanezca en niveles inferiores a 50 dólares el barril en ambos años, así como a que el tipo de cambio del dólar pueda mantener una tendencia alcista más sostenida.
No obstante, en su más reciente informe de “Actualización de proyecciones económicas” los expertos de Bancolombia encabezados por Juan Pablo Espinosa Arango, destacaron que la economía colombiana continuará creciendo a un ritmo superior al de América Latina en 2015 (0,5 por ciento) y 2016 (1,7 por ciento).
Sube el costo de vida
Otra cifra revisada por los analistas, pero al alza, fue el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que fue elevado para el cierre de este año de 3,85 a 4,4 por ciento.
La explicación radica en el hecho de que los últimos meses han estado marcados por elevadas presiones inflacionarias, que han tenido un carácter más duradero que lo previsto, llevando el IPC anual a niveles de 4,46 por ciento.
“Si bien una parte importante de las presiones inflacionarias han estado asociadas a factores temporales como los alimentos, que han aumentado sus precios un 5,7 por ciento en el último año, consideramos que existen presiones adicionales, producto de la aceleración de la depreciación del tipo de cambio del dólar, del incremento del salario mínimo en los dos años recientes (superiores al 4,5 por ciento anual en cada año) y de la ocurrencia del fenómeno de El Niño”, anotó Bancolombia.
El dólar
En cuanto a la tasa de cambio, Espinosa y su equipo señalaron que la moneda colombiana se encuentra en medio de un ajuste estructural a una nueva realidad en la que los términos de intercambio y los flujos externos volverán a los niveles observados antes del boom de las materias primas.
“Como resultado, creemos que la tendencia de mediano plazo para el peso es de debilidad continuada. Esto ocurrirá en medio de las condiciones de mercado altamente volátiles. En consecuencia, nuestro rango previsto para el final de este año es de entre 2.820 y 3.000 pesos, con una estimación puntual de 2.960 pesos”, planteó el informe.
Finalmente, Bancolombia insistió en que el país, así como otras economías emergentes, no solo se enfrenta a riesgos globales más agudos, sino que también está afrontando los efectos de segunda ronda que trajo el choque inicial de los precios de las materias primas.
“Esto se traducirá en un contexto macro más incierto y una combinación menos constructiva de crecimiento e inflación para este y el próximo año. Afortunadamente, hoy el país está mejor equipado para navegar por estas aguas turbulentas y será capaz de crecer por encima del promedio de la región” puntualizó.