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Los grandes inversionistas del mundo están nerviosos y ya comenzaron a moverse hacia activos refugio como el oro. Así lo han hecho los más conservadores, que ven señales débiles por todas partes en una economía mundial que disminuye el paso.
¿Sus razones?: Estados Unidos no se recupera como se esperaba; la Reserva Federal (FED), banco central de Estados Unidos, envía mensajes encontrados; Europa no despega, su mayor banco está en líos y la gente no consume; China dejó de ser el gran cliente de las materias primas; y, para ajustar, el mundo produce más petróleo del que quiere comprar.
En ese panorama tan incierto, los principales mercados de valores lo que ganan en un día lo pierden en otro, y hasta más, mientras los inversionistas barajan sus cartas.
Las bolsas de Europa cerraron ayer a la baja, esfumando el optimismo apreciado el miércoles y registrando importantes pérdidas, en especial de la banca.
La Bolsa de Milán encabezó las pérdidas, con caídas del 5,63 %, seguida de la española, que se desplomó un 4,88 %, su mayor descenso desde agosto de 2015. También París cayó un 4,05 %, Londres un 2,39 % y Fráncfort un 2,93 %. Wall Street también cerró con pérdidas y el Dow Jones, su principal índice, bajó 1,60 %.
La sesión de Wall Street, de gran volatilidad, y el desplome bursátil de Europa dejaron un claro vencedor, el precio del oro, refugio en momentos de turbulencias. Al cierre de los mercados bursátiles de Nueva York ganó un 4,4 %, alcanzando cotizaciones de hasta 1.260,60 dólares la onza, su nivel más alto desde febrero del 2015 y su mayor alza en un día desde enero del 2009.
En lo corrido del año la cotización del metal precioso se ha elevado un 16,06 %, al pasar de 1.075,2 dólares a comienzos de enero a 1.247,8 dólares ayer.
Otro seguro al que acudieron los inversionistas fueron los bonos del Tesoro estadounidense, que subieron con fuerza, llevando los rendimientos de la deuda de más largo plazo a mínimos récord.
Entre tanto, Colombia es un simple espectador que vive al vaivén de lo que escapa a sus manos resolver. Por eso hoy registra la tasa de cambio más alta de la historia, 3.434,89 pesos, luego de que ayer escaló 49,24 pesos y ajusta una devaluación en este año de 9,06 %.
La razón, la de siempre: el petróleo, principal producto de exportación e imán de dólares para Colombia, ayer en su referencia WTI se desplomó 4,52 %, hasta los 26,21 dólares por barril, el más bajo del año y a niveles mayo de 2003. Por su parte, el Brent, de referencia para Ecopetrol, retrocedió 3,31 %, cerrando en 30,06 dólares, valor que ya había tocado este año y en marzo de 2004.
De nuevo, un coctel de menos demanda y la terquedad de los mayores productores del mundo para no perder cuota de mercado está detrás de un crudo que ya no es escaso (ver recuadros).
Y en medio de dudas, miedos, incertidumbres, volatilidades, los números rojos de los mercados de capitales también le pasan factura a Colombia.
“Somos un país que depende mucho de la salud de economías que demanden materias primas, pero si están resentidas y no logran aliviarse como se esperaba en 2016, a Colombia le costará crecer más, tener más ingresos, atraer inversión, aumentar la dinámica exportadora, etcétera”, explicó a este diario Camilo Silva Jaramillo, socio fundador de Valora Inversiones.
Y mientras el mundo se contagia de incertidumbre, los discursos de la presidenta de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), Janet Yellen, en menos de 24 horas, no logran darle tranquilidad a la economía mundial.
De ella y sus colegas depende que el dólar se fortalezca más frente a otras monedas como el peso, y que los flujos de inversión aumenten o disminuyan rumbo a la primera economía del mundo.
Esto perjudica o beneficia a economías emergentes como la colombiana, cuya Bolsa de Valores (BVC), paradójicamente, se ha recuperado en enero impulsado por el capital local (ver gráficos).
En la rueda de ayer, el Índice de capitalización de la BVC (Colcap) cerró en 1.198,51 unidades, con un descenso del 0,16 % frente a la jornada anterior, pero en lo corrido del año el indicador observa una variación positiva del 3,88 %. ¿Qué pasará mientras cesa la incertidumbre? (ver Análisis y video de AdCap Colombia en www.elcolombiano.com).
En todo caso, las agencias de noticias Reuters y EFE, registran que Yellen aseguró ayer ante los legisladores que las condiciones económicas de su país no se han deteriorado tanto como para un posible recorte de las tasas de interés.
Pero frente a las inquietudes de los senadores del Comité Financiero reconoció que las tasas de interés negativas no están “fuera de la mesa”, si la economía sufre un abrupto frenazo.
Y para ajustar, ante la preocupación por una nueva recesión, especialmente tras las recientes caídas bursátiles, las dudas sobre la economía de China y el abrupto descenso de los precios del crudo, Yellen admitió que “siempre hay alguna posibilidad de una recesión”.
Y si los que tienen la chequera para invertir en el mundo tiene susto por la alta volatilidad y los mensajes encontrados, pues tampoco le ha tocado fácil a los fondos privados de pensiones colombianos. Su tarea es darle rentabilidad con inversiones adecuadas a los 165 billones de pesos de ahorro para la vejez de 13,22 millones de trabajadores colombianos (ver Entrevista).