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Por 31 meses, es decir más de dos años y medio, el índice de precios al consumidor (IPC) o inflación, en la capital antioqueña, se ha mantenido por encima del 4 %, que es el techo del rango meta fijado por el Banco de la República.
La última vez que el indicador fue menor al 4 % se remonta a diciembre de 2014 cuando estuvo en 3,44 %. Y es que el dato anualizado para esta ciudad (agosto 2016-julio 2017), revelado por el Dane el sábado, lo ubicó en 4,55 %, el más alto del país, y superior en 1,15 puntos al promedio nacional de 3,40 % (ver gráfico).
Los rubros de gasto que más han presionado la variación del costo de vida en Medellín, en el último año, son comunicaciones (9,45 %) y diversión (8 %). En contraste, los menores registros se observaron alimentos (2,10 %) y vestuario (3,75 %).
También llama la atención que los costos de otros grupos de gasto como la vivienda, transporte, salud y educación aprecien variaciones superiores al 4 %.
Por nivel de ingreso, las familias del estrato medio de Medellín han sentido el mayor efecto inflacionario con un aumento del 4,68 % para los últimos doce meses, seguido del estrato alto, en que la inflación llega a 4,53 %, mientras para las familias de ingresos bajos el IPC marcó un 4,33 %.
Para lo corrido del año (enero-julio) la inflación en Medellín (3,46 %) también es mayor al promedio nacional (3,30 %). En ese lapso las mayores variaciones en los grupos de gasto en la ciudad fueron comunicaciones con el 9,38 % y educación con un 7,04 %.
Junto a Medellín, otras tres ciudades también observaron en el último año una variación del IPC mayor al 4 %: San Andrés (4,20 %), Manizales (4,17 %) y Pereira (4,12 %).
En ese escalafón resultaron llamativas las variaciones de la inflación, por debajo del 1 %, de ciudades como Cúcuta (0,52 %), Villavicencio (0,83 %) y Valledupar (0,95 %).
El Dane destacó que en los últimos doce meses, siete grupos de gasto se ubicaron por encima del promedio nacional (3,40 %): educación con 7,47 %, salud (7,16), otros gastos (6,69), comunicaciones (6,48), transporte (4,24), vivienda (4,05) y diversión (3,88).
El dato de inflación solo para julio de -0,05 % resultó sorpresivo para los analistas del mercado, que en la última “Encuesta mensual de expectativas económicas”, del Emisor, apostaron por un 0,12 %.
En el informe de la junta directiva del Banco de la República, presentado el jueves al Congreso, se destacó que la inflación ha mantenido una tendencia decreciente desde julio del año pasado.
“La progresiva disminución de la tasa de inflación ha obedecido, en parte, al desvanecimiento de los choques de oferta transitorios, como el fenómeno de El Niño, el paro camionero y la depreciación del peso, que en su momento crearon una fuerte presión al alza sobre el nivel de precios”, se lee en el texto.
La junta estimó que la inflación sin alimentos en lo que resta del año tendrá aumentos de precios menores a los observados en el primer semestre, debido a que se espera que la demanda continúe débil y no se presenten presiones provenientes de la tasa de cambio del dólar. “Es factible que la inflación anual se ubique por encima de 4,0 %, y que termine el año entre 4 y 4,5 %”, concluyó.